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Poesía queer, erótica y sensible: “Extensión del cuerpo” de Tomas Litta

“La poesía en una zona de reclusión positiva”, explica el autor que volcó en sus textos la saga de un duelo amoroso. Su propuesta, además, viene acompañada de una lista de temas para usar de soundtrack de lectura.

Tomás Litta 20220721
Tomás Litta | Kala Moreno Parra

El compendio de un duelo contado desde las sensaciones físicas y espaciales: los últimos abrazos, la casa vacía, las largas discusiones. Eso es Extensión del cuerpo, el reciente libro de poesía de Tomás Litta editado por Santos Locos.
Me gusta escribir en caliente”, afirma el autor y eso se percibe en sus textos que, en este caso, parecen escritos segundos después de cada emoción que vivió en lo que fue la separación de un vínculo importante. Entre el dolor, el abrazo familiar, el rol de las amigas y el apoyo de su psicóloga, Litta expone una transición que interpela, porque ¿quién no pasó por una circunstancia similar?

Antes de que te vayas - querría escribir- el poema más lindo - y que te incluya. - Hablaría de la noche- que bailamos - y confiamos - en que el amor - podía construirse - sólo con un beso”, dice uno de sus textos, con ecos de “Por qué no bailan”, el cuento de Raymond Carver en el que, en el medio de una subasta en la ruta, una pareja comparte una borrachera con un hombre vaciado tras una separación y deciden escuchar un disco y bailar en la vereda.

"El tipo era de edad mediana. Todas sus cosas estaban por allí, en el jardín. No miento. Estábamos borrachos y nos pusimos a bailar. En la entrada de los coches. Oh, Dios. No se rían. Nos puso discos. Miren este tocadiscos. El viejo nos lo regaló. Y todos esos discos de mierda. ¿Vieron esta mierda?”, le contaría la chica del cuento a sus amistades.

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También refusila de fondo una canción de The magnetic fields que entona “dance with me, my old friend, once before we go, let's pretend this song won't end, and we never have to go home” (bailá conmigo, viejo amigo, una vez más antes de que nos vayamos, hagamos de cuenta que esta canción no terminará y que no tendremos que irnos a casa). Y la música también está presente en Extensión del cuerpo, porque el libro invita a escuchar una playlist en Spotify creada por el autor a modo de soundtrack de la lectura.

“Empecé escribiendo desde muy pequeño, a los seis siete años, porque fui hijo único hasta los 8 y entonces un poco la escritura me fue acompañado de esta soledad”, recuerda el escritor. “Pasamos unas vacaciones de verano en una casa donde no había televisión y ahí tuve un encuentro medio obligado con la escritura porque no había otra cosa, fue encontrarme con otros espacios para para salir del aburrimiento al principio”, detalla.

"La poesía latinoamericana", de Roberto Bolaño
 

En cuanto a la lectura su vínculo fue desde la curiosidad, hijo de padres periodistas con una vasta biblioteca, Litta se vio tentado por el conocimiento enciclopédico, revisar la definición de las cosas. Sus rubros favoritos: el cuerpo humano y los animales.

El encuentro con la escritura contemporánea

Tomás Litta está terminando la carrera de Letras, pero fue Silvina Giaganti quien, en un taller de escritura, le mostró otro mapa literario de poetas contemporáneos argentinos que había pasado desapercibido para él. En esas voces encontró una manera de escribir que le resultaba interesante explorar. 

“Yo escribo porque puedo, pero, sobre todo, porque lo necesito y porque la poesía hoy me resulta un poco un refugio donde el mundo por un momento no me está exigiendo nada, no me está persiguiendo con certezas, con definiciones, con conclusiones, con decisiones y es como una zona un poco de reposo, por un lado, pero también para aferrarte a lo más pesado”, comparte Tomás Litta en diálogo con PERFIL.

Tomás Litta 20220721

La poesía en una zona de reclusión positiva”, define y, Extensión del cuerpo funciona así. Obvio que hay dolor, hay deseo en descomposición, pero también hay redención. “Acá hay un duelo y una exposición de la sensación que tiene el cuerpo después de separarse, no solo vincularmente, sino en términos espaciales físicos, como una casa que se deja de compartir y el impacto que tienen todo esto sobre el cuerpo”, explica.

En la hoja destinada a los agradecimientos por el libro aparece una dedicatoria especial: “A mi psicóloga, ¡obvio! Que me lee, que me hace entender cosas y que me ayuda a transitar la angustia que implica crecer”. Sin embargo, hasta el momento, Tomás no sabe si su terapeuta se enteró de que aparece en el libro.

Oler la ropa interior - que dejaste olvidada - regar las plantas - que me regalaste - mantenerte vivo - hacer de la ruina - un ritual diario”, dice otra de sus poesías.

Quién es Tomás Litta

Tomas Litta tiene 25 años, oriundo de la Ciudad de Buenos Aires, es poeta y gestor cultural. Produce y coordina “El cuerpo expresivo”, un ciclo de poesía erótica y además lleva adelante la cuenta de difusión cultural LGBTIQ+ @culturacuir.

En 2020 creó Cruzadxs, un podcast que reúne escritores referentes de la diversidad LGBTIQ+, como Alejandra Pizarnik, Manuel Puig, Susy Shock, Federico García Lorca, María Elena Walsh, Pedro Lemebel, Camila Sosa Villada o Néstor Perlongher. Extensión del cuerpo es su segundo libro.

Llegamos - a una fiesta - en un subsuelo - que nos recibe - con electro pop, - maricas - y paredes - empañadas. - Tomo todo - lo que me dan - beso lenguas - que no me pertenecen - exploro el lenguaje - del despecho, - de que algunos - chongos - me metan mano - y bailo pegado - con una chica - que se enamora - de mí y yo de ella - aunque no sea - mi partido. (…) Antes de dormirme, - por último, - pienso un poema - o mejor dicho - un mantra - que dice: - el amor - son mis amigas - manteniéndome en pie”.


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