En las últimas décadas son pocas las mujeres que se casaron con su primer novio y se mantuvieron unidas a él durante el resto de su vida. Tal vez por eso, cuando una mujer famosa contrae matrimonio y su boda se difunde en todos los medios, los que escriben columnas de chismes se regocijan en exponer su pasado sentimental. En el caso reciente de Pampita, cuya boda con Roberto García Moritán fue tapa de diarios y revistas, se reflotó el recuerdo de sus matrimonios o romances anteriores con estancieros, jugadores de polo, actores, productores, tenistas y empresarios.
Algo parecido ocurrió en 1956 cuando Grace Kelly se casó con el príncipe Rainiero III de Mónaco y los columnistas del gossip sacaron a relucir su prontuario sentimental. Grace Kelly había estado en la Riviera Francesa cuando filmó en Cannes junto a Cary Grant la película Para atrapar al ladrón, de Alfred Hitchock, y en abril de ese año tuvo lugar el Festival de Cannes. Kelly fue invitada por el príncipe Rainiero a fotografiarse con él en su palacio. En esa ocasión se produjo el flechazo y luego de un breve noviazgo, con interrupciones por la distancia, la actriz viajó a Mónaco para concretar su boda y convertirse en princesa.
Durante su primer encuentro con Rainiero, Grace había estado saliendo con Jean-Pierre Aumont, un actor francés. Pero antes de ese noviazgo, se le habían adjudicado otros romances, por lo general con actores mayores que ella a quienes conoció durante las once películas que filmó en su breve carrera como actriz. Gary Cooper, su compañero en A la hora señalada, con 51 años, mantuvo un tórrido romance con Kelly fuera de la pantalla. La relación terminó al finalizar la filmación. Cuando participó en la película Mogambo, rodada en Africa, Grace se enamoró de Clark Gable, quien tenía 52 años, pero esa relación duró apenas unos meses. Cuando Grace filmó La llamada fatal, su coestrella Ray Milland, de 47 años, se separó de su esposa luego de ser detectado abordando un avión en una escapada con la bella actriz. Con William Holden, con quien Grace Kelly filmó dos películas, también se relacionó sentimentalmente. También hubo rumores de romances con Bing Crosby y con el diseñador Oleg Cassini.
Igualmente, en el mundo de Hollywood de entonces los estudios solían organizar citas entre actores en lugares públicos con fines de promoción, y nunca se sabía con certeza si las parejas de actores que aparecían en las fotos mantenían un noviazgo verdadero o si se trataba de una campaña de prensa. Igualmente, es bueno recordar que hay un sabio refrán que dice: “Hay que besar muchos sapos hasta encontrar al príncipe azul”.
