CULTURA

Se hizo la primera Semana de Estudios Gramscianos en Argentina

Sabato lo había presentado como uno de los "más puros héroes civiles" de Italia. A casi 80 años de su muerte, su obra sigue siendo leída y aplicada a nuestras sociedades.

"Semana de Estudios Gramscianos en Argentina" es un ejemplo más de la amplia recepción de los conceptos del intelectual en el país.
| Cedoc

El pensamiento del intelectual socialista Antonio Gramsci está más vigente que nunca en Argentina y en las democracias post-neoliberales latinoamericanas. Por esta razón, el Instituto Italiano di Cultura, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Fondazione Instituto Gramsci di Roma realizaron la primera “Semana de Estudios Gramscianos en Argentina” del 11 al 15 de noviembre.

En el primer día se presentó Vita e pensieri di Antonio Gramsci (1926-1937), que recoge el pensamiento del intelectual sardo durante sus años en la cárcel. El libro fue editado en 2012 por Einaudi y su autor, el presidente de la Commissione scientifica dell’Edizione Nazionale degli scritti di Antonio Gramsci, Giuseppe Vacca, fue invitado especialmente para estas jornadas junto a la académica Francesca Izzo.

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El profesor de la Universidad de Camerino Alberto Filippi abrió la mesa explicando que el libro cruza los Quaderni del carcere –nombre que reciben las más de 2000 notas que Gramsci escribe en la cárcel– con su epistolario, en “un juego positivo de espejos que se iluminan recíprocamente”, lo cual refuerza la importancia del intelectual sardo en la Sudamérica de hoy: “Pensó con gran relevancia innovadora, es un clásico y exige un pensamiento continuo porque sigue teniendo actualidad con el pasar de los años”.

Por su parte, el rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Eduardo Rinesi, subrayó que la obra de Vacca es una “investigación monumental”, especialmente por el análisis de las cartas de Gramsci con su amigo Piero Sraffa y su cuñada, Tatiana Schucht. “La idea de hegemonía no es ni meramente cultural ni meramente económica. La hegemonía es esencialmente política”, concluyó Rinesi sobre el principal concepto de la obra gramsciana.

El historiador Waldo Ansaldi no reparó elogios y agradeció al autor: “Es un libro formidable. Es la novela de una tragedia tensionada por el dolor. Pero también por el amor”. El profesor de la UNC explicó que Vacca muestra a un Gramsci “humano, de carne y hueso”, con una notable lucidez y que no deja de pensar en términos políticos.

“Para Gramsci cualquier proyecto de transformación revolucionaria de la sociedad debe ser a través del concepto clave de hegemonía, o sea la conquista de las conciencias antes de la conquista del poder. A Gramsci le resultaría desagradable la idea de asalto al poder”, explicó Ansaldi en uno de los mejores pasajes de la charla.

En el cierre, Vacca comenzó su devolución diciendo que no estaba sorprendido por la realización de estas charlas: “Porque estamos en Argentina, que junto a Italia es uno de los países donde Gramsci es utilizado de manera más creativa”. Tras destacar a intelectuales argentinos gramscianos como José “Pancho” Aricó y Juan Carlos Portantiero, explicó la complejidad de estudiar a Gramsci dado que el intelectual sardo posee un léxico propio, además de que nunca escribió un libro: sus obras son el resultado de la compilación post-mortem hechas por su camarada Palmiro Togliatti.

Las jornadas se completaron el martes en la Biblioteca Nacional con una mesa redonda sobre “Crisis y hegemonía, en tiempos de Gramsci y en los nuestros”, con la participación de Horacio González, Daniel Campione, María López, Alberto Filippi y Giuseppe Vacca. Del miércoles al viernes, se mudaron a Córdoba, cuna del pensamiento gramsciano en Argentina a partir del Grupo Pasado y Presente.

A casi 80 años de la muerte de Antonio Gramsci, la “Semana de Estudios Gramscianos en Argentina” es un ejemplo más de la amplia recepción del intelectual en el país y de cómo su pensamiento sigue siendo objeto de estudio y motor de pensamiento en las sociedades latinoamericanas del siglo XXI.

(*) Especial para Perfil.com | El autor es profesor de Periodismo y Comunicación en la Universidad del Salvador, y maestrando en Ciencias Políticas y Sociología en FLACSO Argentina.