CULTURA
fuego cruzado

Tiempos violentos en el arte digital

Miramax demandó a Quentin Tarantino luego de que el director anunciara que vendería NFTs de “Pulp Fiction”. La compañía alega incumplimiento de contrato, infracción de derechos de autor, marca registrada y competencia desleal.

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Demanda. A la izquierda, el director de cine Quentin Tarantino. Arriba, dos NTF: el primero, con Samuel Jackson, y el segundo, sin Jackson, luego de la demanda iniciada por la compañía Miramax. | cedoc

En el sitio web de la colección Tarantino NFT (tarantinonfts.com), podemos leer: “La colección NFT contiene el guion nunca antes visto, escrito a mano, de Pulp Fiction, una de las obras de arte más influyentes del cine moderno. Cada NFT consta de una única escena icónica, que incluye comentarios de audio personalizados de Quentin Tarantino. El coleccionista que compre uno de estos pocos y raros NFT obtendrá los secretos del guion, también un vistazo a la mente y el proceso creativo de Quentin Tarantino. El propietario disfrutará de la libertad de elegir entre: 1) Guardar los secretos para sí mismo por toda la eternidad. 2) Compartir los secretos con algunos seres queridos de confianza. 3) Compartir los secretos públicamente con el mundo”. La subasta de estos tesoros digitales se realizará a principios de diciembre, salvo que una orden judicial la suspenda.

Pulp Fiction (Tiempos Violentos) recibió en 1994 el Oscar al mejor guion. En el mismo rubro y año también fue premiada con el Globo de Oro, el Bafta, el NSFC (Críticos de Cine), más la Palma de Oro en Festival de Cannes. La leyenda cinéfila remite a que Tarantino terminó de escribir el mismo en Amsterdam durante 1992, vale decir que estas piezas secretas, iniciales, borradores inéditos, cumplen 30 años.

A principios de marzo, en esta página, advertimos sobre la fiebre del oro en torno al arte digital. Confirmando esto, a los pocos días la obra Everydays del artista gráfico Beeple (Mile Winkelmann), se vendió en la casa de remates Christie’s por 69 millones de dólares. Dichas transacciones se realizan a través de criptomonedas, en un entorno virtual, donde el archivo adquirido tiene garantía de ser único por un NFT (Non-fungible token), código que brinda originalidad e identidad del vendedor y comprador. El NFT se “asocia” a cualquier “bien digital”, lo que amplía su uso, por ejemplo, tanto a los archivos de música como a la digitalización de páginas manuscritas.

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Esto confronta con el arte tradicional. Retrato de un artista (Piscina con dos figuras), del artista británico David Hockney, se vendió a fines de 2018 en 90,3 millones de dólares, récord para un artista vivo que cedió ante Rabbit de Jeff Koons, escultura que en mayo de 2019 se subastó en 91,1 millones. Hockney, en un podcast sobre arte fue categórico respecto al arte digital: “¿Qué poseen? Realmente no lo sé”. Recalcó también que los NFT conforman un campo para “estafadores internacionales”.

Pero este debate pasó al plano judicial estadounidense. Miramax, la compañía cinematográfica que posee los derechos de Pulp Fiction, la semana pasada entabló una demanda contra Tarantino. Lo acusa de incumplimiento de contrato por la venta parcial del guion. Codicia es el término que utilizan. 

También ventilan partes del contrato, cuestión que viola sus derechos, según señala el abogado del director, Bryan Freedman. De hecho, el NFT que ofrece el director es “secreto”, una mejora de calidad respecto a lo que se viene utilizando. Esta exclusividad es inherente a sus ideas en el proceso de creación, algo que no contempla el contrato. 

Esto derivará en un largo, tedioso y complejo intercambio de posturas legales, que no disimulan una puja por el dinero detrás del arte digital. Así las cosas, Tarantino vende algunos secretos, tal vez variantes de la recurrente historia del “reloj de oro”, motor de ficción irónico en Pulp Fiction y que sugiere el verdadero significado de toda esta noticia. 

Butch Coolidge (Bruce Willis) sueña una escena de su infancia, el capitán Koons (Christopher Walken) le entrega el reloj de oro que perteneció a su padre muerto en la guerra de Vietnam y que ambos conservaron en el ano durante la detención a manos del Vietcong. Koons dice que perteneció al abuelo de Butch –muerto en la Segunda Guerra– y que a su vez heredó de su padre, quien sobrevivió a la Primera. Para recuperar ese “reloj de mierda” es que Butch vuelve al departamento donde encuentra a Vincent Vega (John Travolta) saliendo del baño y al que mata con la ametralladora que este dejó en la cocina al asustarse por el ruido repentino que hace al saltar una tostada recién hecha. De alguna manera el tiempo hizo que Pulp Fiction se convirtiera en un film bélico sobre la Cuarta Guerra Mundial, contienda por el valor de ese tiempo que mide un simple reloj.

Mientras tanto, la editorial Linkgua publicará en España 50 ejemplares NFT de la novela Paradiso del cubano José Lezama Lima, cada uno por 100 euros, promocionando que estuvo prohibida en Cuba por contenidos oscuros y pornográficos. En este caso el NFT reemplaza a la firma del autor en el ejemplar, no así a su caligrafía. José Lezama Lima murió el 9 de agosto de 1976 en La Habana.