El Centro Cultural Recoleta (CCR) inauguró el 19 de septiembre la exposición World Press Photo 2025, la muestra de fotoperiodismo más reconocida del mundo, que desembarca por primera vez en Buenos Aires. Podrá visitarse del 20 de septiembre al 12 de octubre con entrada libre y sin costo para argentinos y residentes, en las salas 13 y 14 del espacio de Junín 1930.
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La edición 2025 presenta 150 fotografías elegidas entre casi 60.000 imágenes enviadas por más de 3.700 fotógrafos de 114 países. La selección condensa los grandes temas de 2024 —conflictos armados, migraciones, crisis climática, derechos humanos— y propone un recorrido por realidades diversas con foco en la potencia narrativa de la imagen.

La llegada de la muestra coincide con el 70º aniversario de la fundación World Press Photo, nacida en 1955 en Ámsterdam, y adopta el formato itinerante que la llevará a casi 100 ciudades del mundo. En Buenos Aires, la curaduría de Alba Noguera organiza el material por continentes y líneas temáticas, con la invitación a detenerse frente a imágenes que suelen verse de manera fugaz en titulares o redes sociales.
Entre las piezas destacadas se exhibe la Fotografía del Año, de Samar Abu Elouf (Palestina): el retrato de Mahmoud, un niño de nueve años gravemente herido tras un ataque aéreo en Gaza. La imagen, según la curaduría, interpela por la inocencia perdida y anticipa la huella que la guerra dejará en generaciones futuras.
Durante la apertura, el embajador del Reino de los Países Bajos, Maurice de la Trevi, subrayó la vigencia democrática del fotoperiodismo: “La fotografía de prensa es la mejor medicina contra la indiferencia; nos obliga a pensar sobre la guerra, el ambiente y también sobre lo humano. Cuidar la labor periodística debe ser un compromiso de Estado”.

El director del Recoleta, Maximiliano Tomas, definió la llegada de la muestra como una “deuda pendiente” para la ciudad y enmarcó el hito en los 45 años del CCR. Recordó la primera vez que vio World Press Photo en el CCCB de Barcelona (2008) y señaló las similitudes arquitectónicas y de espíritu entre ambas instituciones: “Hoy se cierra un arco sentimental que empezó hace 17 años y que nos conecta con el mundo”.
Por su parte, Luis Martínez, director de la productora Del Río —responsable de la realización local—, narró que descubrió la exposición en 1991 de manera azarosa y expresó su deseo de que Buenos Aires se convierta en sede anual: “Periodismo y cultura están íntimamente unidos; traer esta muestra es apostar por un diálogo público sostenido”.
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El guion curatorial pondera también las historias silenciosas que rara vez ocupan portadas. Noguera citó el proyecto sobre María, trabajadora doméstica angoleña en Portugal, como ejemplo de una épica cotidiana que vuelve universal una biografía mínima y resignifica la pregunta por qué es —y qué no— una “foto de prensa”.
La sección latinoamericana incluye, entre otras, la serie de Federico Ríos sobre el cruce de migrantes por el Estrecho de Darién y el trabajo de Musuk Nolte que documenta la sequía en el Amazonas y sus efectos en comunidades que, ante ríos secos, deben caminar kilómetros para abastecerse. También se exhiben imágenes sobre celebraciones populares y deporte como lenguaje identitario regional.

El recorrido abre un eje sobre migraciones que incorpora, entre otros relatos, el trayecto de migrantes chinos en México rumbo a la frontera con Estados Unidos, construido con una estética que el jurado definió como “surreal” pero anclada en un gesto íntimo —el abrazo madre-hija en busca de calor— que devuelve escala humana a la estadística.
En el capítulo de conflictos y política internacional, se exhibe una fotografía del intento de asesinato de Donald Trump. La imagen, capturada por un reportero que lleva más de una década siguiendo al exmandatario, fue destacada por el jurado por apartarse de la iconografía heroica habitual y resaltar, en cambio, la vulnerabilidad del momento.
Otro bloque aborda el cambio climático con historias de Brasil y Filipinas, y piezas sobre la relación entre humanos y fauna. La muestra también cede lugar a comunidades cuya visibilidad suele ser disputada: se exhiben, por ejemplo, series sobre colectivos LGBTQ+ en Nigeria, donde el orgullo convive con contextos hostiles.

El concurso reconoce trabajos en seis regiones (África; Asia-Pacífico y Oceanía; Europa; Norte y Centroamérica; Sudamérica; Asia Occidental, Central y Meridional) y en tres formatos: Single (foto individual), Stories (series de hasta 10 imágenes) y Long-Term Projects (tres o más años de trabajo). Este año fueron distinguidos 42 autores y autoras por su calidad visual y profundidad investigativa.
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“World Press Photo no ofrece respuestas; propone detenerse, procesar y abrazar la complejidad”, sintetizó Noguera, antes de iniciar un tour guiado que, entre las dos salas, organiza un viaje por guerra, migración y clima y sugiere vínculos entre fenómenos que a menudo pensamos por separado.
World Press Photo 2025 podrá visitarse hasta el 12 de octubre en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). La exposición abre de martes a viernes de 12 a 21, y sábados, domingos y feriados de 11 a 21, con entrada gratuita para argentinos y residentes. Más información y programación completa en centroculturalrecoleta.org y worldpressphoto.org.