Jair Messias Bolsonaro atraviesa uno de los momentos más críticos desde su llegada a la presidencia de Brasil. Mientras enfrenta las consecuencias de la denuncia de su exministro de Justicia Sergio Moro, el país más grande de Sudamérica sufre el avance del coronavirus.
Brasil superó este martes 28 de abril las 5 mil muertes por COVID-19, tras registrar en las últimas 24 horas un récord de 474 fallecidos y más de 70 mil infectados, según los datos oficiales del Ministerio de Salud. Consultado sobre el aumento de víctimas, el mandatario, cuestionado por su escepticismo ante la pandemia y su campaña contra la cuarentena, dijo ante la prensa brasileña: "¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga?". El dirigente del Partido Social Liberal incluso fue más allá y bromeó sobre su segundo nombre: "Soy Mesías, pero no hago milagros". El comentario se viralizó y generó un repudio inmediato.
Con 5.017 muertos por la covid-19, Brasil registra la cifra más alta de fallecidos de Latinoamérica y supera los 4.633 fallecidos reportados (oficialmente) por China, donde la epidemia se originó a finales de 2019. El número de contagios subió un 8%, a 71.886. La cifra de 474 víctimas diarias representa un aumento del 10% en relación al día anterior, como detalló el Ministerio, aunque aclararon que 146 de esos fallecidos fueron registrados en los últimos tres días.
Con más de 210 millones de habitantes, Brasil marcó un nuevo récord, pero según expertos el número de contagiados con covid-19 podría ser entre 12 y 15 veces superior debido al gran número de casos no detectados por la poca disponibilidad de test.
Brasil podría convertirse en el próximo epicentro de la pandemia de coronavirus
El ministro Nelson Teich —que reemplazó hace dos semanas al funcionario destituido Luiz Henrique Mandetta— alertó que "tenemos que abordar esto como un problema, como una curva que viene creciendo, como un agravamiento de la situación", ya que "sigue restringido" a estados que están viviendo "mayores dificultades", como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Pernambuco, Ceará y Amazonas.
Además, el gobierno brasileño dijo que espera el pico del brote en un plazo de entre 2 y 9 semanas, algo que podría colapsar todavía más el sistema sanitario del país, que ya tiene varias capitales regionales sin poder recibir más pacientes al no haber más plazas hospitalarias disponibles. "Tenemos todas las condiciones aquí para que la pandemia se vuelva mucho más grave", alertó Paulo Brandão, virólogo de la Universidad de Sao Paulo, a la agencia AP.
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