De confirmarse lo esperado por el Gobierno para el presupuesto 2023, las prestaciones de la seguridad social serían las más castigadas, ya que terminarían resignando 1,1 puntos porcentuales del PIB.
El consumo de bienes y servicios y la inversión financiera serían las otras dos erogaciones que caerían, sumando 0,2 puntos porcentuales del PIB. Es decir que estos tres gastos que terminarían cayendo sumarían una merma del peso del gasto primario de 1,3 puntos porcentuales del PIB.
Las prestaciones de seguridad social son ayudas económicas que los gobiernos ofrecen para fomentar la inclusión y la reducción de las desigualdades y la pobreza. Entre ellas podemos encontrar las prestaciones por viudez, enfermedad o accidentes de trabajo, enfermedad, etc.
Por otra parte, las transferencias corrientes, dentro de las cuales se incluyen las provincias, las universidades, los subsidios económicos y los subsidios sociales, terminarían el 2023 con 0,5 puntos porcentuales del PIB más que en 2019. La inversión real directa y el déficit operativo de las empresas públicas sumarían 0,3 puntos porcentuales del PIB cada una, destaca el informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
A su vez asegura que el gasto público primario tendría en 2023 su segunda caída real consecutiva. Se reduciría aproximadamente un 3,4% y el gasto total lo haría en un 2%. Esta discrepancia obedece a que las rentas de la propiedad (intereses de la deuda) se incrementarían un 16% en términos reales.
Respecto al año 2019, el gasto total de 2023 sería del mismo tamaño real. Por su parte, el gasto primario terminaría registrando un aumento de su tamaño real del 8%. Entre los gastos que más aumentarían su tamaño se destacan el déficit operativo de las empresas públicas, con una variación real del 90%.
El economista Nadín Argañaraz, uno de los autores del informe, explica que el gasto primario es el gasto público que no considera los intereses de la deuda, es decir, es lo que se paga de salario, jubilaciones, contribuciones, subsidios a la energía, subsidio al gas y la energía, transferencias a las universidades nacionales, etc.
Ruggeri reaccionó al video de Batakis en Nueva York: "Me vuelvo loco"
“Esto implica un reducción de fondos a determinadas cosas. Nosotros ya venimos haciendo una serie de trabajos donde se anuncia las reducciones de fondos para este año por parte del gobierno hasta fin de año y el 2023”, asegura el economista.
A su vez asegura que la inversión real directa (básicamente la obra pública) crecería un 73% y las transferencias de capital (principalmente a provincias) se incrementarían un 45%. Por su parte, las remuneraciones reales crecerían un 7% entre ambos años.
Entre los gastos que terminarían el 2023 con un tamaño real menor que el 2019 se destacan las Prestaciones a la seguridad social y los intereses de la deuda, explica IARAF. “Las prestaciones caerían un 6% real y los intereses de la deuda un 43% real. La reestructuración de la deuda de los últimos años impacta en la caída de intereses de este periodo, aun considerando el aumento previsto entre 2022 y 2023”.
Por otra parte el especialista Argañaraz asegura que en el corto plazo esto puede producir una desaceleración de la actividad económica. “El gobierno de alguna manera está buscando disminuir el déficit para disminuir la emisión de pesos y empezar a transitar un camino de desinflación”.
El gobierno espera para 2023 un nivel similar al de 2019
Por otra parte desde IARAF señalan que el comportamiento real del gasto público primario nacional entre los años 2019 y 2023, se aprecia que el gasto dio un importante salto en el 2020, durante la pandemia, y que en 2021 mantuvo ese mismo nivel. Las reducciones esperadas por el gobierno tanto para 2022 como para 2023 dejarían el nivel de gasto un 8% arriba del de 2019.
“Si se analiza el peso relativo del gasto público primario en la economía, se aprecia que el gobierno espera para 2023 un nivel similar al de 2019”, indica el informe. Del 18,5% del PIB que tuvo en 2019, pasaría al 18,8% del PIB en 2023. En el caso del gasto total, debido a la caída del peso relativo de los intereses de la deuda de casi 1,5 puntos porcentuales del PIB entre ambos años, se pasaría desde el 21,8% del PIB en 2019 al 20,6% en 2023.
“Al analizar el comportamiento del peso relativo del gasto primario entre 2019 y 2023, se aprecia que en la pandemia se incrementó en 5,5 puntos porcentuales del PIB. En 2021, dada la fuerte recuperación de la economía, el gasto cayó 2,8 puntos porcentuales del PIB”, expresa el informe.
Tarifas: ¿cuál es el tope de consumo de gas para acceder al subsidio?
Y continúa explicando que dado un nuevo aumento del PIB real en 2022 y una caída real del gasto, el ratio bajaría 1,2 puntos porcentuales. Para 2023, la nueva baja real proyectada y el aumento real del PIB del 2% que se espera, volverían a generar una baja de 1,2 puntos porcentuales del PIB. Entre los años 2020 y 2023, el peso relativo del gasto habría bajado 5,2 puntos del PIB, es decir prácticamente todo lo que subió en 2020 a raíz de la pandemia de covid-19.
SR