ECONOMIA

El déficit fiscal se disparó en el primer semestre y se puede incumplir una meta del acuerdo con el FMI

Para cumplir con la meta fiscal pactada con el organismo multilateral de crédito, se requiere una reducción del gasto público de un punto del PBI durante el segundo semestre.

Emisión monetaria
Emisión monetaria | cedoc

El déficit fiscal se disparó 92% en el primer semestre del año como consecuencia de la fuerte alza de los subsidios, en especial los destinados a la energía, que el Gobierno busca revertir. Así lo indica un reporte de la Oficina de Presupuesto del Congreso, del cual surge que el único que le gana a la inflación es el gasto público.

El Gobierno nacional se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marzo de este año a alcanzar un resultado primario del 2,5% del PBI en el 2022. Esto implica un esfuerzo fiscal de 0,5 puntos del PBI respecto al cierre de 2021. Esta meta se podrá alcanzar mediante un incremento en los ingresos o una reducción en los gastos. 

Dado que ya transcurrió medio año, el esfuerzo a realizar en el segundo semestre depende del resultado del primer semestre. En este sentido, suponiendo tres escenarios alternativos de ingresos fiscales anuales, resulta de interés analizar cuál sería la reducción necesaria del gasto primario en el segundo semestre para llegar a la meta anual, sostiene un informe ejecutado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). 

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Los posibles escenarios 

En primer lugar, se considera un escenario optimista de ingresos en el cual los ingresos crecen por encima de la actividad, de modo que en el año se cuenta con recursos extras por 0,3% del PBI respecto al 2021. 

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En el escenario optimista de ingresos, la caída del gasto del 0,64% del PBI durante el segundo semestre se lograría con una reducción de 0,28% del PIB ($219.000 millones) en la obra pública, del 0,23% del PBI ($182.000 millones) en transferencias corrientes a provincias y del 0,13% del PBI ($98.000 millones) en las transferencias de capital a provincias. La suma en pesos de la reducción es del orden de $500.000 millones. 

En un escenario intermedio, se supone que los ingresos como porcentaje del PBI se mantienen constantes, por lo que no se cuenta con recursos extra en el 2022. En el escenario intermedio de ingresos, se requeriría una caída mayor en las tres partidas: del 0,41% del PIB ($321.000 millones) en la Inversión real directa, del 0,34% del PIB ($267.000 millones) en las transferencias corrientes a provincias y del 0,19% del PIB ($190.000 millones) en las transferencias de capital. La suma total de la reducción sería en este escenario de $732.000 millones, aproximadamente.

Por último, se presenta un escenario pesimista en el cual los recursos crecen por debajo de la actividad, provocando una caída de 0,3% del PBI.  En el escenario pesimista de ingresos, la reducción necesaria de gasto sería de 0,55% del PIB ($424.000 millones) en inversión real directa, de 0,45% del PIB ($351.000 millones) en transferencias corrientes a provincias y de 0,24% del PIB ($190.000 millones) en transferencias de capital a provincias. La suma de la reducción en este escenario es de $964.000 millones, aproximadamente.

A partir de cada uno de los escenarios expuestos por el IARAF, se desprende cuál debería ser el recorte del gasto primario en el 2022 en cada caso, para lograr el esfuerzo fiscal de 0.5% del PBI. Es así que, en el escenario optimista, bastaría una reducción de 0,2% del PBI del gasto primario para cumplir con la meta, ya que los 0,3% del PBI restantes se obtendrían vía incremento de los recursos. 

Informe gasto público IARAF 20220802

En un escenario menos optimista, como lo es el intermedio, todo el esfuerzo recae sobre los gastos, de modo que estos deberían reducirse en un 0,5% del PBI. Finalmente, en el escenario pesimista, en el que se supone una caída en los ingresos, para alcanzar un déficit primario del 2,5% del PBI en el año, se requiere que el gasto caiga en una cuantía mayor, del orden del 0,8% del PBI.

Ahora bien, pasados los primeros seis meses del año, se observa que el gasto primario se incrementó en 0,44 puntos porcentuales del PBI respecto al mismo período de 2021. En efecto, aún en el escenario optimista de ingresos, se requiere para el segundo semestre una disminución del gasto primario del orden de 0,64% del PBI, mientras que en el intermedio y el pesimista la reducción necesaria para cumplir con la meta fiscal es del 0,94% y 1,24% del PBI, respectivamente. 

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En esa línea, otra mirada, la del economista Agustín Berasategui de la Consultora ACM agregó en diálogo con PERFIL: “El principal desafío es la estabilización de la economía, lo cual implica el ordenamiento de las cuentas macroeconómicas. Como un elemento fundamental tenemos la moderación del gasto, el cual debe caer en el segundo semestre en términos reales (aproximadamente 9% según nuestros cálculos) para lograr cumplir la meta de déficit fiscal”, comenzó diciendo. 

“Otro importante desafío se encuentra en el tipo de cambio, donde al comparar el nivel actual contra el promedio del Tipo de cambio real multilateral del 2021 notamos un atraso de 19.6 puntos porcentuales aproximadamente. Esto implica una pérdida de competitividad de un año a otro, además de que en la primera revisión del acuerdo con el FMI se propone mantenerlo al nivel del promedio 2021”, agregó. 

De este modo se puede observar que la expansión del déficit primario contrasta con el objetivo de reducir en 0,5 puntos del PBI el rojo fiscal para llevarlo al 2,5%, de acuerdo con la meta acordada con el FMI. 

SE