La creación de empleo está frenada y el desempleo subió al 7,9% en medio de una baja en la cantidad de horas trabajadas. Los bancos tomaron nota de ello, también de las encuestas que señalan que hay cada vez más preocupación por conservar el trabajo, y salieron a ofrecer un seguro de desempleo, con un costo proporcional a los consumos con tarjeta de cada mes.
El servicio que los bancos proponen se habilita con un pago de $ 1,50 por cada $ 100 de saldo en la tarjeta. En el momento del despido, el cliente recibe hasta el 150% del saldo de consumos, un monto estimado entre los $ 10 mil y $ 15 mil. Ese monto no tiene devolución y tampoco se pagan intereses.
El “respaldo por desempleo”, según el eufemismo utilizado por los operadores telefónicos que se atienen al guión del banco para vender el seguro, también cubre “suspensiones por cuestiones internas de la empresa o por conflictos gremiales”, aseguran. Y entre esas cuestiones enumeran el freno de la producción por falta de materia prima o insumos que puedan estar esperando una autorización para ser importados.
Las condiciones incluyen tener más de seis meses de antigüedad en el empleo actual –en el sector privado– y ser menor de 60 años, trabajar más de treinta horas semanales y tener menos de 60 años. “No es una promoción, sino un servicio del banco para sus clientes”, aseguró una de las empleadas del banco.
La promoción llega, en tanto, en medio de un aumento en el endeudamiento de las familias. La irregularidad de los préstamos a las familias aumentó ligeramente en el mes hasta 3% de la cartera debido, principalmente, a los aumentos en la morosidad de las tarjetas de crédito y los préstamos personales. El dato, anticipado por PERFIL, fue confirmado esta semana por el Banco Central.
“Se prefiere que el cliente cancele las deudas con el banco, pero el dinero en realidad es de libre disponibilidad; lo puede usar para lo que quiera”, explicaron operadores del Banco Santander Río y del BBVA Banco Francés, dos de las entidades que ofrecen el servicio. Consultadas ambas entidades, no hicieron comentarios.
El seguro se mantiene dentro de los productos para el sector formal de la economía, mientras que en los sectores pobres y más vulnerables, se registra un fenómeno de falta de empleo diferente según el nivel educativo.
Entre los universitarios, el desempleo es del 3% mientras que entre quienes no terminan el secundario asciende al 18%. “Es necesario masificar el crédito a tasas bajas para evitar los riesgos sociales”, aseguró en la semana el ex viceministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, durante un encuentro de ACDE.