Acordar una suba salarial sin saber qué va a pasar con ese impuesto (y las asignaciones familiares), es una tarea de cumplimiento imposible, que los dirigentes sindicales y patronales deberían evitar.
El Poder Ejecutivo tiene la obligación de dar claridad a los participantes del acuerdo salarial antes de que éstos se sienten a acordar. Es una verdad de Perogrullo.