ECONOMIA
CONSUMO ESTACIONAL

Verano 2026: Cómo gastar hasta un 25% menos en las facturas de energía sin perder confort

Con el verano en marcha y el consumo energético en su pico anual, un profesor de la Maestría en Gestión de Gas y Petróleo y del Instituto de Energía de la Universidad Austral, da sus consejos para reducir hasta un 25% el gasto mensual de energía sin resignar comodidad.

Las empresas de los servicios de luz, gas y agua permiten hacer el cambio titularidad de las facturas sin costo.
Factura de Edesur | Reperfilar

En un contexto de tarifas más visibles en el bolsillo y mayor consumo estacional, optimizar el uso de la energía se volvió una de las herramientas más eficaces para reducir gastos sin resignar confort. Así lo plantea Carlos R. Mendizábal, ingeniero industrial con más de 30 años de trayectoria en la industria del Gas y Petróleo en Argentina, Estados Unidos y Latinoamérica, y profesor de la Maestría en Gestión de Gas y Petróleo de la Universidad Austral.

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En un análisis práctico, Mendizábal detalla cómo usar mejor la energía según la época del año, con foco en el verano argentino, el uso eficiente de los recursos y el impacto directo en la factura de luz, gas y combustibles.

Verano: aire acondicionado y electrodomésticos, el mayor impacto en la factura eléctrica

Durante los meses de calor, el aire acondicionado se convierte en el principal responsable del aumento del consumo eléctrico. Según el especialista, cada grado menos en la temperatura puede incrementar el consumo entre 6% y 8%.

Temperatura de aire acondicionado en invierno

Ajustar el aire acondicionado a 24 o 25 grados y enfriar solo los ambientes que se usan reduce significativamente el gasto. También es clave apagarlo cuando no hay nadie en la habitación”, explica Mendizábal.

Además, recomienda:

- Evitar fugas de aire frío por puertas y ventanas.

- Complementar el aire acondicionado con ventiladores.

- Recordar que en casas de dos o más plantas el aire frío desciende, por lo que los ambientes bajos requieren menos esfuerzo de refrigeración.

Electrodomésticos: cómo usarlos sin disparar el consumo

Planchas, lavarropas, secarropas y lavavajillas concentran una parte relevante del gasto eléctrico del hogar. El consejo es optimizar el uso, no dejar de usarlos.

“Hacer un lavado grande en lugar de varios chicos y usar el lavavajillas solo cuando esté lleno marca una diferencia real en el consumo”, señala el ingeniero.

A qué temperatura poner el aire acondicionado en verano para ahorrar energía

También advierte que:

- El consumo depende tanto del equipo como de la forma de uso.

- Regular la temperatura de la plancha según la prenda evita gasto innecesario.

- Al renovar electrodomésticos, conviene elegir equipos de alta eficiencia energética (Inverter, A++, A+++).

Combustibles y transporte: el costo oculto de la velocidad

El verano suele implicar más traslados y viajes. En ese contexto, Mendizábal remarca que la forma de conducción es determinante en el consumo de combustible.

“Una conducción suave y constante reduce drásticamente el consumo. A 130 km/h se puede gastar hasta 30% más combustible que a 100–110 km/h, con un ahorro de tiempo mínimo”, advierte.

Entre las recomendaciones clave:

- Evitar aceleradas y frenadas bruscas.

- Usar control de crucero en rutas, si el vehículo lo permite.

- Mantener neumáticos correctamente inflados.

- Evitar peso innecesario, ventanas abiertas y objetos en el techo.

- Usar el combustible que recomienda el manual: no todos los autos necesitan nafta premium.

- Comparar precios entre estaciones: las diferencias se acumulan con el tiempo.

Gas en verano: cocina y agua caliente también pesan

Aunque el consumo de gas suele asociarse al invierno, el especialista aclara que en verano también hay margen de ahorro, especialmente en la cocina y el agua caliente.

tarifas

“Si la llama sobresale por los laterales de ollas o pavas, se está desperdiciando gas. El fuego debe quedar contenido debajo del recipiente”, explica.

Otros hábitos recomendados:

- Una vez que el agua hierve, bajar el fuego al mínimo.

- Regular la temperatura del calefón o termotanque para no tener que mezclar con agua fría: si se mezcla, se está pagando energía que no se usa.

Pensar en el invierno desde ahora. Aunque el foco esté puesto en el verano, Mendizábal sugiere llegar al invierno con información clara:

- No calefaccionar ambientes que no se usan.

- Cerrar puertas, ventanas y rendijas.

- Usar cortinas para reducir pérdidas térmicas.

- Mantener la calefacción en torno a 20 °C.

“Cada grado adicional en calefacción puede aumentar el consumo entre 5% y 7%. El termostato es una herramienta de ahorro, no solo de confort”, subraya.

Tomar conciencia: el ahorro que depende de cada hogar. Para el especialista, el punto central no es resignar comodidad, sino cambiar hábitos.

“Ahorrar energía no es pasar frío ni calor. Muchas veces es usar mejor lo que ya utilizamos todos los días”, resume Mendizábal.

Y concluye: “Mirar la factura, entender qué consume más y corregir hábitos es una de las pocas formas de ahorro que dependen exclusivamente de nosotros. La energía que no se desperdicia es plata que queda en el bolsillo”.

LR / EM