Después del anuncio de la investigación de Defensa de la Competencia a Visa por posición dominante en el mercado y mientras avanza en el Senado un proyecto de ley para limitar los aranceles que las tarjetas de crédito le cobran a los comercios, los bancos nacionales advirtieron que de prosperar la iniciativa podrían acabarse las promociones en comercios y el plan oficial de cuotas Ahora 12.
La Asociación de Bancos de Capital Nacional (Adeba) decidieron plantar posición y hablaron a través de su presidente, Daniel Llambías, quien explicó ayer que el proyecto con dictamen favorable en el Senado que propone la reducción de 3% a 1,5% en el arancel por las operaciones con crédito y de 1,5% a 0% las de tarjetas de débito, se traducirá en un retiro de las promociones que los bancos tienen en los comercios.
Llambías aseguró que la discusión surge un contexto en el que el mercado no es competitivo, la tasa de interés todavía es alta y cae el consumo. “Los comercios dicen que del 100% de lo que venden sólo ganan el 90%, pero la diferencia del 10% no va hacia los bancos, sólo va el 3 %”, dijo en una entrevista con PERFIL.
Para explicar por qué peligran las promociones, de esa proporción de 3%, “los bancos usan la mitad del arancel para los programas de fidelización de sus clientes y es un porcentaje que cubre el riesgo de la operación. Por eso las promociones se pierden con menos aranceles”.
En cuanto a los planes como el Ahora 12, cuya continuidad se decidirá a fin de mes, dijo que el costo de financiamiento, con una tasa Badlar –la de referencia en el mercado– en torno a 24%, “el costo de fondeo es de cerca de 30%; si tenemos que prestar por debajo de eso, no nos resulta rentable”, declaró Llambías.
En este sentido, recordó que la intervención del Estado en el programa es a través de la rebaja de los encajes, que permite a los bancos no inmovilizar tantos fondos sin rentabilidad. Pero recalcó que en ese esquema no hay un subsidio estatal.
Consultado por la situación de las tarjetas no bancarias, el titular de Adeba señaló: “son las que están más comprometidas porque tienen un máximo de 25 puntos por arriba de la tasa promedio del sistema que es presionada a la baja por los bancos grandes y las tarjetas no bancarias tienen que afrontar riesgos más elevados”, dijo.
Así, en los debates en los que los diferentes sectores pujarán para mejorar las condiciones de sus negocios, el representante de los bancos nacionales —a la sazón, los mayores accionistas de Prisma, la operadora de Visa en la Argentina— señaló que mientras a los supermercados les interesa más que se baje el arancel, las casas de electrodomésticos pretenden que se mantengan las 12 cuotas.
Entre los reclamos del sector de tarjetas de crédito, la posición dominante que investiga el Gobierno de VISA es clave para los comercios. Llambías señaló que “hay que tener en cuenta que permite hacer masiva las estrategias comerciales, porque si estuviera más atomizado, los diversos actores podrían decidir sumarse o no”.
Por otra parte, algunos estudios demuestran que, “si hubiera más adquirentes, no está garantizada una baja en el arancel”. En el racconto histórico cuando los aranceles estuvieron en 5%, en 2005.