En los últimos dos años he tenido infinidad de mensajes de productores de televisión, radio, editores de medios escritos, amigos, conocidos, vecinos y familiares de esos que se ven muy cada tanto consultando sobre criptomonedas.
Simplificándolo mucho y a riesgo de pasarme un poco, puedo resumir que todos los mensajes eran casi iguales:
¿Cómo hago para comprar cripto? Nadie quería perderse la oportunidad histórica de “volverse millonario” de la noche a la mañana invirtiendo un par de pesos o dólares.
En los últimos meses, con las criptomonedas en baja y Bitcoin rondando los 25 mil dólares, tengo menos mensajes en mi teléfono con este tipo de consultas. La mayoría son preguntándome con preocupación “si va a volver a subir”.
Honestamente, y aunque sé que esta es hoy la pregunta más clickbaiter, creo que es una mala pregunta. El problema de las malas preguntas es que nos llevan a enfocar erradamente los problemas, y nos distraen de lo realmente importante. Por eso – y no es un mecanismo para evadir la pregunta – les voy a contar qué estoy respondiendo ante esa consulta.
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Actualmente, las cripto tienen un rol fundamental, por ejemplo, en los pagos internacionales. El bitcoin, a diferencia del dólar, euro, o el peso, no tiene fronteras.
Mientras las monedas nacionales surgieron en un periodo de consolidación de los estados nación, las cripto responden a un nuevo paradigma global que tiene que ver con la progresiva caída de las fronteras.
Se estima que en América Latina se mueven más de 630 mil millones de dólares anualmente en lo que refiere a remesas, por lo que el hecho de poder generar pagos internacionales sin intermediarios es clave para la región. Permitiendo reducir costos y tiempo. Imagínate que te mudaste de Argentina a España para empezar una nueva carrera. El resto de tu familia sigue en Argentina y decides ayudarles enviándoles dinero.
Después de un par de intentos, te das cuenta de que existen dos retos principales: enviar dinero al extranjero es caro y se tarda una eternidad. Entonces piensas: “tiene que haber una mejor forma”, y las cripto lo son.
Un problema de enfoque
Si nos enfocamos exclusivamente en el valor de mercado, nos vamos a perder un punto importante. Para el ecosistema cripto, 2021 fue un año sin dudas histórico. Aunque, como decíamos, no necesariamente por all time high, que nos sorprenden año a año, sino más bien porque se produjo una enorme masificación de las criptomonedas entre la población global.
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Esa masificación en la adopción provocó un auge de las billeteras y plataformas usadas como exchange, que permiten bajar las barreras de entrada para el público en general, y permiten realizar operaciones de compra o venta en locales comerciales.
Y creo que aquí está la clave. Los usos que les damos a las criptomonedas son mucho más interesantes que su precio. Dicho de otra manera, y ya que en los últimos años nos acostumbramos a hablar de curvas, es más importante mirar la curva de adopción que la de valor de mercado.
Además, en un momento en que la inflación vuelve a instalarse en el mundo, las cripto – especialmente las estables – ofrecen mecanismos relativamente sencillos para resguardar el valor del dinero.
Por último, la compra-venta de productos y servicios es una realidad cada vez más palpable. Hoy restaurantes, clubes de fútbol, aplicaciones y locales de ropa aceptan pagos en criptomonedas, y eso no dejará de ser así por la caída del valor de mercado.
Dicen que crisis es sinónimo de oportunidad. No olvidemos que solo unos días después del estallido financiero de 2008, Satoshi Nakamoto lanzó su ya célebre whitepaper sobre Bitcoin.
* Author and technology disseminator | Cryptocurrency specialist | Paxful Brand Ambassador
