AGENCIAS En Brasil, la conducción económica ha elegido combatir el alza de precios antes que empujar la economía. Por eso, ayer hubo una mala noticia para quienes esperan un repunte del PBI vecino. Ayer se conoció que la tasa de la inflación en Brasil subió más de lo esperado en febrero a su nivel más alto en casi 10 años, con lo que se aleja más del objetivo oficial, pese a las agresivas alzas a las tasas de interés y al inestable crecimiento económico. En 12 meses hasta febrero, el índice de precios al consumidor IPCA de Brasil avanzó un 7,7%, según datos publicados el viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La tasa es la más alta desde mayo del 2005 y está muy por encima del objetivo oficial de un 4,5%. Según la medición mensual, los precios al consumidor subieron un 1,22% desde enero, una leve variación desde la aceleración de 1,24% en el mes previo, debido a que las alzas en los precios y en matrículas de los centros educacionales mantuvo la presión a los precios. El Banco Central de Brasil viene de subir 0,50 puntos la tasa y en los próximos meses podría realizar más alzas en las tasas, en línea con el pensamiento del ministro de Finanzas, Joaquim Levy, aunque no tanto de la presidenta, Dilma Rousseff.
