ECONOMIA
EL FUTURO DEL FUNCIONARIO

Cepo a Moreno tras la derrota K

El Gobierno ocultó al secretario de Comercio, que no viajó al Sur con empresarios y gremialistas. Dejó trascender que se va para que CFK lo ratifique.

AYER. Después del mediodía, el secretario Guillermo Moreno llegó a su casa en el barrio de Constitución.
| Cedoc

Ayer a media tarde, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, estacionó en la calle Salta, bajó del auto y tras sacar sus pertenencias del baúl, cruzó la calle hasta entrar a su casa en el barrio de Constitución. La tranquilidad con la que se movió en su día de descanso, contrasta con los días que atraviesa en el Gobierno, donde la derrota electoral en las primarias puso un interrogante sobre su futuro.

Su entorno de siempre ratifica que no hay posibilidades de que se vaya. “La Presidenta lo banca”, resume un asesor que lo acompaña todas las semanas en las tradicionales reuniones de “la escuela” con supermercadistas y comerciantes. Además, “si llega a haber soltado que deja el poder en breve, lo hizo para salir ‘fortalecido’ en un par de semanas”, interpretan sus exégetas, que ya lo vieron hacer lo mismo, por ejemplo en 2011.

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De hecho, suena comprensible que esté buscando un respaldo, porque en lo que va del año no ha cosechado éxitos que lo empoderen al interior del kirchnerismo: las exportaciones no crecen y la balanza comercial es menor a la de hace un año; el blanqueo de capitales no capta fondos y la inflación de julio rozó el 3%, a pesar de estar vigente un congelamiento de 500 productos y un supuesto operativo de militantes controladores. “¿Alguien se acuerda del Mirar para Cuidar?”, se reía un ejecutivo del comercio minorista en la reunión del Consejo de las Américas la semana pasada.

En el fondo, son esos motivos los que esbozan otros miembros del gabinete económico para pasarle facturas al funcionario más fuerte del entorno presidencial. Axel Kicillof, secretario de Política Económica, se había enfrentado con él hace algunas semanas porque no toleraba más freno a las importaciones y Moreno proponía cerrar más el cepo para asegurar dólares. Hace unos días la ministra de Industria, Débora Giorgi, también se mostró autonóma respecto del freno a las importaciones: “Si tienen algún problema, me ven a mí”, les dijo a Pymes en un seminario en el Banco Nación.

“Como mínimo, si no se va, lo están guardando tras la paliza en las urnas”, interpreta un ex morenista que dejó el Gobierno hace un tiempo. En rigor, asesores y publicistas lo consideran piantavotos.

Tras los comicios, Moreno estuvo ausente de un festejo con la Confederación General Económica (CGE) y también desapareció de la City. PERFIL lo constató en las casas de cambio donde el funcionario solía llamar con insistencia para fijar el dólar paralelo en menos de $ 9, otra batalla perdida. “Hace días que no llama”, enseguida respondieron en cuevas top del microcentro.

Y para sacar conclusiones rápidas, operadores bursátiles atan que no estuvo en el “lanzamiento del diálogo empresario” en Río Gallegos, cuando Cristina Kirchner adjudicó las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic al grupo Electroingeniería. En un encuentro posterior con cámaras empresarias, la Presidenta habló de la inflación y de las trabas a las importaciones, sus temas tabú.

Para su claque, el reaseguro de que Moreno no se irá del Gobierno es que el tema lo fogonea el Grupo Clarín. “Pero quizás sólo lo muevan a otra dependencia y den señales de oxigenación del comercio exterior”, se entusiasmó un empresario que hoy piensa más en cómo acercarse al candidato Sergio Massa que congraciarse con el secretario.

Los supermercadistas, en tanto, ni piensan en que Moreno pueda salir de la gestión. De hecho, admiten llamados en los últimos días para monitorear ajustes de precios y se preparan para la próxima visita a su despacho el viernes que viene. Son encuentros donde se habla cada vez más de temas tan exóticos como el avance de la papa holandesa y la importancia de que las zapatillas nacionales estén adelante en las vidrieras, pero que sirven para entender qué tiene en la cabeza el hasta ahora hombre decisivo de la economía nacional.