ECONOMIA
Fin de la ilusión

Clases sociales y consumo: lejos de la "clase media", hoy la Argentina es heterogénea

"Las 3 Argentinas" es el nombre del estudio que realizó la consultora Moiguer para mostrar cómo los valores y las prácticas cristalizadas en cada clase social impactan en el consumo.

Economía argentina 20230117
La problemática social de la pobreza en Argentina | AFP

"Se murió la ilusión de la clase media en la Argentina". Una afirmación rotunda para un país que fue cimentando sus bases sobre la creencia de que la clase media era ese algo que nos atravesaba a todos. La promesa de que el ascenso social estaba a la mano de todos, pero que en los últimas dos décadas se ha resquebrajado.

"La Argentina siempre estuvo fragmentada en términos económicos, pero se regía bajo la ilusión de un imaginario común que era esta Argentina de clase media", explicaba Fernando Moiguer, CEO de la consultora que presentó el informe sobre "Las 3 Argentinas".

La pobreza en Argentina subió a 39,2% y alcanza a 18 millones de personas

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En ese estudio buscaron  analizar este nuevo mapa social.  "Lo que se resquebraja es esa idea, de que somos todos iguales", indicó Moiguer. Y fue más allá: "Lo que revela el estudio es que a la fragmentación económica se le suma una fragmentación cultural que se traduce en distintas expectativas, valores y comportamientos por clase social”, explicó.

Entre otras cosas, el informe cuenta con insights claves para que las empresas puedan construir estrategias de negocios masivos, "pero es un planteo que excede a la marcas”, dijo Moiguer. Después de todo, estas deberán hablarle a toda la heterogeneidad que es hoy la Argentina, y según los expertos, las que sean más multitarget accederán a una mayor porción del mercado.

Una pirámide con una base cada vez mayor

Para entender mejor el contexto, los investigadores mostraron cómo está compuesta cada clase social, con lo que quedó expuesto que sólo el 5% de los argentinos integra el segmento de más alto de ingresos (ABC1). Estos argentinos perciben más de $ 1,5 millones de ingresos por mes. Por su parte, dentro de la clase media (45%), aparecen dos subgrupos: la clase media alta, con un ingreso mensual promedio de $ 515.400, y la clase media baja, con un ingreso neto de $ 257.700

Finalmente, a la clase baja, que son la mayoría en el país, y representan la mitad de la población, le corresponden ingresos de  $184.600, y $96.500 para el bajo inferior.

Clases sociales y consumo

 

El estudio plantea que las tres argentinas fueron siempre estructuralmente distintas, pero que ahora también empiezan a serlo desde el punto de vista cultural. En ese aspecto, Porcari avanzó en esta idea del imaginario común: "Somos un gran país de clase media, que nos sentimos de clase media. Hay un imaginario de igualdad y desde ese lugar históricamente se han parado las marcas para hablarle a la sociedad. Pero esa ilusión de homogeneidad se murió. Hoy, las personas ya no se ven reflejadas", dijo.

Agustín Salvia: "El índice de pobreza estará cercano al 39%"

En la misma línea aclaró que pobreza no es lo mismo que clase social baja, en tanto que la primera es sólo una condición económica de alcanzar un cierto nivel de ingreso, mientras que la segunda incluye educación, condiciones laborales, empresa en la que se desempeña esa persona, entre otros parámetros

Clases sociales y la movilidad económica

Hay una particularidad en la sociedad argentina y es que los extremos son crónicos: Así el 93 por ciento de quienes pertenecen al sector ABC1 permanecen en esa condición de forma inamovible y ocurre lo mismo con el segmento D2 o clase baja, donde el 91% permanece en ese nivel de forma crónica.

Clases sociales y consumo

Y aquí aparece un dato relevante, puesto que antes se consideraba a la educación como una de las bases para lograr la movilidad social, sin embargo el estudio arrojó que si bien el 70 por ciento tiene más educación que sus padres, se siguen manteniendo en el segmento de clase baja.

"La movilidad económica no necesariamente implica movilidad sociocultural", agregó Porcari y reconoció que cada clase es algo así como "un mundo distinto", en tanto cada segmento proyecta según sus propios parámetros. Vale lo que viene a continuación para mostrar como consume y ahorra cada clase en cuestión.  

Consumo y ahorro: qué hace cada clase

En lo que se refiere al consumo, el concepto que rige a la clase alta respecto de la compra es la oportunidad; ahorra en dólares y la plata extra la utiliza de manera hedónica. De hecho, la mayoría (53%) utiliza el excedente de su presupuesto cotidiano en viajes.

Por su parte, para la clase media, el concepto que rige su acto de compra es la conveniencia, intenta ahorrar en dólares pero también en pesos y la plata extra que utiliza es para darse esos gustos que en algún momento fueron cotidianos y hoy extraña poder alcanzar. 

Guillermo Oliveto: "Para el Gobierno, empatar en 2023 es negocio"

Por su parte, la clase baja, privilegia el rendimiento a la hora de comprar, es decir todo aquello que optimice su presupuesto maximizando cada peso gastado. Ahorra acopiando materiales o mercadería y la plata extra, si la tiene, la utiliza para “mejorar” su set de marcas o productos de la canasta alimentaria. El estudio mostró que un 36% utiliza presupuesto extra en primeras marcas.

Respecto de las expectativas y el horizonte de planificación:

La clase alta tiene un imaginario lineal sobre el progreso (siempre quiere más); un 80% posee ingresos mensuales. El promedio familiar de ingresos mensuales es de $1.500.000 (y el piso de ingresos de este segmento es $855.500) y sólo el 30% si un día no puede ir a trabajar, no cobra.

En el otro extremo, un 75% de integrantes de la clase baja si un día no pueden trabajar, no cobran. Planifican el día a día y si bien tiene proyectos - generalmente vinculados a mejorar las condiciones de su vivienda, agregar un baño, una habitación, etc.-, estos no tienen plazo para concretarse. La mitad posee ingresos diarios/semanales y el promedio familiar mensual es de $149.300, con un techo máximo de ingresos en las familias de clase baja es de $280.000.

 

Clases sociales y consumo

Finalmente, en el jamón del sandwich queda una clase media que planifica en forma mensual generalmente. También quiere planificar a largo plazo pero no puede. Los vaivenes cotidianos le generan marchas y contramarchas en sus proyectos.

El estudio mostró que: 

- 70% tiene ingresos mensuales y el promedio familiar es de $355.700. 

- En este segmento, el 46% si un día no puede ir a trabajar, no cobra. Lo que revela que son trabajadores formales.

En definitiva, Argentina cambió. Los procesos no son lineales ni se dan en forma explosiva, sino que van teniendo lugar en forma paulatina, justamente en forma de procesos. 

El estudio revela cómo se ha pasado de la ilusión de homogeneidad de ser un país “de clase media” a la verificación taxativa de la heterogeneidad. “Este escenario es una enorme oportunidad para las empresas para repensar sus modelos de negocio multitarget", expresó Moiguer. y finalizó: "Construir un negocio o una propuesta masiva implicará interpelar a las 3 realidades culturales de la Argentina”.