El voto de Gran Bretaña para salir de la Unión Europea moderó el entusiasmo con el que el Gobierno había empezado a festejar desde la aparición de “las bolsas de López”. Hasta el viernes, celebraba poder reencauzar la agenda y que empezaba a ver señales que le permitían pensar en un camino allanado a las legislativas del año próximo. Incluso Brasil “pegaba la vuelta” y podía ayudar a la recuperación.
Según pudo reconstruir PERFIL en distintas fuentes oficiales, por primera vez comenzaban a percibirse diversos factores positivos.
◆ En el plano de las expectativas sociales, se señalan encuestas que, en medio de lo peor del efecto de los “tarifazos”, que dicen que la percepción económica mayoritaria es que se está mucho peor que hace un año pero con la expectativa de que el año próximo se estará mucho mejor. Los estrategas oficiales resaltaban que “no son números nuestros”.
◆ Si las expectativas sobre el segundo semestre que arranca esta semana fueron desmedidas, en el Gobierno creen que la falta de confianza de los empresarios locales en la capacidad de gestión de Cambiemos fue una de las causas de la demora en las inversiones. “Esta semana (por la pasada), comenzó a girar ese concepto. Los empresarios no creían que pudiésemos pasar una ley, que teníamos capacidad de lidiar con el PJ y los sindicatos, pero levantamos el cepo, salimos del default y estamos pasando leyes importantes. Ahora los empresarios, que votaron a Scioli, ya creen que vamos a poder terminar el mandato, y eso agilizará muchas decisiones de inversión”, afirmaron.
◆ La baja de tasa de Lebac del martes pasado “terminó de sepultar la ruleta que había arrancado con los futuros del dólar; el que apostó a las Lebac, con el sostenimiento que hizo el BCRA del dólar, perdió en dos días todo lo que jugó; la curva de las tasas altas y los frenos al crédito ya se van a ir revirtiendo”, creen.
◆ La reducción de las tasas de interés refleja, aseguran, un horizonte de desaceleración de la inflación hacia el 2,5% este mes y el 2% en julio, alineada con los pronósticos descarnados del ministro Alfonso Prat-Gay en Nueva York del 42% anual, pero expectante de que se estabilice, hacia el año próximo, en el 20%.
◆ “Necesitamos que la gente vaya cuatro veces seguidas al supermercado, es decir, durante dos meses, una vez cada 15 días, y que no perciba cambios en los precios para que se sienta realmente a nivel social que la inflación se ha controlado, más allá de los índices y de los diarios”, afirma un funcionario que lleva las cuentas con más rigor que un almacenero.
◆ El empleo debería esperar. “Depende de donde viva uno, ya está sintiendo una mejoría, pero no será igual para todos. En el interior, en zonas productivas ligadas al campo, ya cambió. Si se vive en el Gran Buenos Aires, ligado a la industria o a actividades de consumo, ahí demorará. La reactivación será en ‘mosaico’, diferente a lo que hacía el kirchnerismo, que fue por el lado del consumo”, advierten.
◆ Ese mosaico incluirá al campo, al turismo, a la energía, a la construcción, que rápidamente integra empleo, creen.
◆ Aunque insisten en que por este año no habrá más aumentos de tarifas, sí están previstos para el año próximo. “Nos queda para 2017 un 3,3% del PBI de gasto en subsidios que tenemos que bajarlo, y eso será el año próximo, inevitablemente”, sostienen. “Si eso no es gradualismo...”, se defienden. Sin embargo, recalcan que la opción de morigerar los aumentos es consistente con una capacidad legítima de endeudamiento, “el principal activo que nos dejó el kirchnerismo”.
◆ Sin embargo, sigue desvelándolo la apreciación del peso. “La única forma de combatirla es con un aumento de la productividad, y eso es algo que ya estamos empezando a apreciar”, explicó una fuente. Se refería a una evaluación positiva acerca del aumento de las importaciones de bienes de capital, de 9,8% en mayo.
◆ ¿Llegan para consolidar un “voto bolsillo” positivo para el Gobierno? “Depende de cómo se sienta todo esto en el GBA, en el Noroeste y el Noreste. En el norte del país, está el 22% de los votantes, y allí a Macri no le fue bien; hay que ver cómo se perciben las obras de infraestructura, el Plan Belgrano. Pero creemos que llegamos”, concluyó uno de los consultados.