Durante ciertos meses del 2020, en donde la inflación fue menor a la tasa que ofrecían los plazos fijos, este tipo de inversiones resultó más que interesantes para miles de ahorristas que buscan rentabilidad con su dinero. Es de destacar que durante determinado tiempo del año pasado la inflación fue baja pero por la poca actividad que hubo en muchos sectores, en virtud de las restricciones por medidas sanitarias. Pero claro, para fin de año y con la economía volviendo prácticamente a la “normalidad”, las subas de precios volvieron, con picos altos en diciembre que fueron del 4%.
Sin ir más lejos, de acuerdo a datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), se pudo ver que en el mes de octubre hubo una suba de precios en torno al 3,8%, en noviembre del 3,2% y en diciembre del 4%. Esto hizo de manera directa que quienes habían apostado por un plazo fijo con tasas aproximadas de 37%, perdieran dinero. El avance de los precios no logró ser menor a las tasas de plazos fijos disponibles, por lo que el poder adquisitivo de quienes habían optado por ese tipo de instrumento, perdió valor de manera directa.
Para ver con mayor claridad lo que está sucediendo no hay nada mejor que acudir a cifras concretas y específicas. Por ejemplo, si usted acude a una entidad financiera tradicional como puede ser un banco y quiere depositar una suma que sea de $100.000 (o menos), debe saber que lo más seguro es que se le aplique una tasa de interés cercana a 36.6% a su capital, lo que si se calcula luego mensualmente, sería de 3.05%. Eso nos muestra que sería algunos punto más baja la tasa que lo que marca la inflación, inclusive en términos oficiales.
Pero más allá de que la inflación fue más alta por mes que lo que ofrecen los plazos fijos, al menos en los últimos meses del 2020, debemos decir que de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que es un informe que realiza cada cierto tiempo el Banco Central, muestra números que no son demasiado alentadores: en enero de 2021 la inflación final va a marcar por lo menos un porcentaje del 4%. Lo que sí se debe destacar ante este análisis como algo positivo, es que durante los últimos 12 meses, en determinados intervalos de tiempo, si fueron atractivos los plazos fijos si eran pensados a un horizonte de 30 días, sobre todo en aquellos meses en donde la inflación fue de 2% o menos.
Ahora bien, ¿qué pasará específicamente para el resto del 2021? De acuerdo a este Relevamiento antes mencionado, se va a poder ver para finales del año que será la inflación de por lo menos un casi 49%, por lo que de acuerdo a esa cifra, si los plazos fijos continúan con ese porcentaje de tasa, tampoco resultan atractivos en el mediano plazo. Así las cosas, los especialistas en finanzas indican que será necesario una suba en las tasas, aunque no sea la mejor medida, pero será algo prácticamente imposible de no hacer a futuro.
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