“El año que viene vamos a tener más obra pública que este año, a pesar de las restricciones presupuestarias. Es la contracara de los cuadernos”, aseguró Guillermo Dietrich, ministro de Transporte.
El funcionario participó de la convención nacional de Acara, la asociación de concesionarios de automotores, sus “ex colegas”, como los definió. La empresa familiar lleva su apellido y la concesionaria es dirigida por su padre homónimo y su hermano Hernán.
Según Dietrich, hubo un ahorro de $4.524 millones en las obras de infraestructura del plan vial en comparación con el gobierno anterior. “La corrupción le costó $ 200.000 millones a las obras de transporte”, calculó para la administración kirchnerista. Según dos economistas, el costo ascendió a U$S 36 mil en toda la década.
“Hoy hay 20-30 empresas concursando en licitaciones. Antes eran dos o tres”, dijo. “Sabíamos que esto pasaba, por eso hicimos 27 denuncias penales. Hay mucha gente que no duerme bien por el miedo al próximo arrepentido”, remarcó sobre los casos de corrupción de los ‘cuadernos’ de Centeno. "Lo importante es separar las personas de las empresas y que los jueces también lo hagan", agregó.
Obras. La Casa Rosada aspira a que los planes de participación público privada, los PPP, reemplacen el recorte en obra pública con inversión privada que se repague con los ingresos viales, por ejemplo. “Vengo de una reunión de estructura financiera para las obras de acá a fin de año”, aseguró para “los periodistas que dudan de que esto vaya a pasar”.
El titular del área de Transporte aseguró que el Paseo del Bajo estará terminado a principios de mayo del año que viene y permitirá un mejor ingreso de los camiones al puerto de Buenos Aires. Y anticipó que el PPP 2 contempla obras por $ 18 mil millones para Bahía Blanca mientras que en Rosario se prevén obras por $ 26.300 millones para los próximos años.
“Tenemos una tendencia a buscar soluciones mágicas por venir de tantos años de populismo”, sostuvo el funcionario al analizar el momento crítico de la economía local. “Hoy hay más aviones y hoteles pero hay menos plata”, reconoció en un pasaje informal de la charla con los concesionarios.
