ECONOMIA
LAS PASO E INFLACIÓN

El ala K del Gobierno aprieta clavijas sobre Massa y equipo

Para el ministro Sergio Massa es imprescindible aprobar el Presupuesto 2023 en el Congreso para sostener el acuerdo con el FMI y los desembolsos que se necesitarán para pagar los vencimientos durante el año electoral. El sector más duro de la coalición de Gobierno saca otras cuentas y mira las urnas.

 20221008_massa_na_g
Sacando cuentas. El ministro Massa, a dos meses de ocupar el cargo y tironeado por el FMI y CFK. | NA

Tal vez, el gabinete económico esté, injustamente o no, degustando su propia medicina.

El titular de Hacienda, Sergio Massa, tuvo rol activo en la recta final que le dio el toque de gracia a Martín Guzmán cuando el ala más dura del Gobierno lo embistió. Massa le recordó sobre las nuevas escalas del Impuesto a las Ganancias que el por entonces aún ministro dilataba.

Hoy, esa misma ala política dedica sus embestidas a Massa y su equipo. Le reprochan el ajuste, pero ahora también el Presupuesto. Sobre los principales lineamientos económicos del próximo año electoral se desarrolla una batalla poco estridente, pero de fuerte contenido político.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La inflación superará el 100% para las consultoras que releva el Banco Central
 

Tal como anticipó PERFIL, que haya PASO es la única garantía de que la oposición apruebe, al menos en términos generales el Presupuesto 2023 que el oficialismo quiere tratar en el recinto antes de fines de este mes.

Sin ley de leyes será imposible seguir logrando la vista gorda del Fondo Monetario en metas troncales, como las reservas del Banco Central y la inflación para aprobar las revisiones y, lo más importante, los desembolsos para seguir pagando. En especial, el año próximo, que hay elecciones presidenciales y vencimientos más abultados que este.

De todos modos, para el ala política asoma por estos días de feriado XXL una cuenta tentadora a los efectos políticos electorales.

Si tampoco este año hubiera en el Congreso venia para el Presupuesto y el presidente Alberto Fernández tuviera que prorrogar por DNU el otro DNU que hoy mantuvo en vigencia el presupuesto de la pandemia, habría mejores márgenes para la cosmética financiera que tienta a la política. Más reasignación de partidas y, probablemente, emisión.

En este nuevo eje de tensión se mueve hoy el equipo económico, que cada vez tiene más nubarrones en el frente cercano. El más visible es la inflación, cuyas proyecciones no dejan de crecer y complican el otro frente político del Gobierno con los movimientos sociales que reclaman más asistencia por la suba en los precios de los alimentos.

A  días de conocerse la medición oficial del INDEC, ya hay consultoras privadas que advierten que los alimentos y bebidas podrían haber subido el 8% en septiembre y, en términos generales, no hay dato inferior al 6% mensual.

El último relevamiento del BCRA, que se conoció el jueves, por primera vez arrojó una inflación anual por encima de los tres dígitos: 100,3%, según las proyecciones de los analistas que integran el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM).