En la víspera de Navidad, Alberto Fernández emitió una Cadena Nacional con un mensaje grabado muy optimista. En el mismo, el presidente destacó dos puntos: la importancia de seguir cuidándonos contra el Coronavirus y el repunte económico alcanzado este año.
De hecho, Fernández aseguró en su discurso que “este fue también el año que dio inicio a la recuperación económica. Después de tanto dolor y tanta postergación, estamos avanzando y creciendo. Hay más actividad económica, más producción, más exportaciones, más trabajo y más consumo. Estamos cerrando el año con un crecimiento superior al 10%, que es incluso más alto que el que tuvimos con Néstor (Kirchner) cuando salimos de la dolorosa crisis del 2001″.
Sin embargo, hay un aspecto que no se puede dejar escapar: el 2021 es el año donde el dólar Blue alcanzó su máximo histórico nominal y donde el minorista formal quebró la barrera de los $ 100.
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El paralelo tuvo varios momentos de turbulencias durante el año. De hecho, el 2021 comenzó con una divisa informal en alza que cotizaba a $160,00 para la compra y $166,00 para la venta y un minorista que se ubicaba en los $83,77 y 89,87, respectivamente. En ese momento la brecha entre el dólar oficial y el blue estaba en un 59,51 %.
Sin embargo, en los días posteriores el paralelo comenzó con una tendencia a la baja que se prolongó hasta el 7 de abril donde alcanzó su mínimo de $ 139. Pero, como suele ocurrir en el país, la tranquilidad no duraría mucho. A partir de entonces, el paralelo aumentó $9 en ese mes, $7 en mayo, $11 en junio, y $12,50 en julio.
En agosto, la divisa registró su menor alza al aumentar solo un peso en todo el mes. En septiembre, se dieron las primeras turbulencias cuando la semana previa a las PASO, el Blue subió de $ 182 vendedor a $ 187. En las jornadas post elecciones, la moneda estadounidense osciló arriba de los $ 180 hasta finalizar el mes en $ 186. Así, acabó el mes con una suba acumulada de $4,50.
En octubre, el Blue volvió a tener un incremento importante de $11,50 finalizando en $197,50. Con lo cual la brecha con el tipo de cambio que regula el Banco Central llegaba al 98%. Ese mes la suba se dio como consecuencia de la elevada inflación, controles cambiarios, déficit fiscal y el firme riesgo país, que alimentaron expectativas de devaluación y presionaron sobre la divisa, que suele tener saltos bruscos con tan solo unas pocas operaciones.
La mayor tensión se observó en noviembre, sobre todo en los días previos a los comicios legislativos, cuando en apenas cuatro jornadas saltó $ 8 y tocó los $ 207, el hasta entonces máximo histórico.
En ese momento, el precio del billete parecía imparable. Sin embargo, similar a lo que ocurrió después de las elecciones que se realizaron en septiembre, la derrota del Gobierno en las urnas a nivel nacional trajo algo de optimismo al mercado y esto generó que el paralelo se desinflara y volviera la calma cambiaria.
Lamentablemente, el cierre del año fue turbulento para el país. Si bien en los primeros días de diciembre, la divisa había logrado estabilizarse alrededor de los $ 200, la situación cambió en la última semana del año cuando nuevamente dio un salto de más de cinco pesos para alcanzar un nuevo máximo histórico el miércoles 29 de diciembre al llegar a los $ 209 vendedor.
En diálogo con Perfil.com, especialistas en la materia dieron sus pronósticos sobre el futuro del dólar para el 2022.
En primer lugar, eleconomista Pablo Tigani opinó que se acelerará el paso de las micro devaluaciones del peso para mantener al dólar a un precio competitivo. Asimismo, aseguró que “el nivel del Blue no estará peor”.
Esto es así según Tigani porque el país está creciendo económicamente. “A partir de ahora vendrá un período de cierta estabilidad económica similar al del 2003 al 2007”, sentenció.
Por su parte, el analista financiero Christian Buteler señaló que “será positivo para el dólar que no tenga el atraso que sufrió este año”.
Asimismo, celebró la posibilidad de llegar a un acuerdo con el FMI y resaltó que la idea del ministro Guzmán de reducir la emisión de pesos, ayudará a controlar el precio de la divisa estadounidense. Sin embargo, advirtió que habrá que esperar para ver si realmente está decisión se termina cumpliendo.
“Uno de los grandes desafíos del oficialismo para el próximo año es controlar el déficit fiscal. Si para hacerlo tiene que recurrir a la emisión, entonces el dólar se volverá a disparar”, aseveró.
