El Indicador de Consumo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) registró en julio una caída del 1,6% interanual y se contrajo 1,8% respecto a junio.
De esta forma, el indicador acumula en los primeros 7 meses del año un crecimiento del 2,9% en comparación al mismo periodo de 2022, aunque, según la entidad, la pérdida de dinamismo de los últimos meses continuaría acentuándose.
Esto se da en un escenario económico con una continuidad en la desaceleración de la inflación mensual, pero con tasas interanuales y anuales elevadas (113,4% y 60,2%, respectivamente), junto con un nivel de actividad en descenso.
Asimismo, en julio se registró una significativa contracción del poder de compra de los hogares, acumulando diez meses consecutivos con variaciones interanuales negativas.
“El sostenimiento en el signo negativo de la balanza comercial, la golpeada recaudación efecto de la sequía, la contracción económica y la continuada caída de reservas, sumado a las metas fiscales planteadas por el FMI, limitan el impulso de políticas públicas que recompongan los salarios y que puedan incentivar el consumo”, señaló la CAC en su informe.
En este marco es que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el domingo medidas para apuntalar los ingresos. Entre las medidas más importantes está la del pago de una suma fija de $60.000 en dos cuotas mensuales, no remunerativa y por única vez, absorbible por las paritarias, para trabajadores de los sectores público y privado.
El aumento en el precio de la carne en agosto sería el mayor de los últimos 18 años
La suma beneficiará a 5,5 millones de trabajadores del sector privado con salarios netos de hasta $400.000 mensuales y el Estado asumirá el costo mediante al pago a cuenta de contribuciones de Micro (100%) y Pequeñas Empresas (50%).
También, el Gobierno incluyó un bono de $37.000 en septiembre, octubre y noviembre para jubilados y pensionados, y la exención del pago del componente tributario por seis meses para monotributistas de las categorías A, B, C y D.
Por otra parte, la CAC señaló que “el anuncio del acuerdo con la organización financiera internacional relajó un poco el escenario respecto a las reservas, pero no el fiscal, ya que mantuvo la postura de que se mantenga un déficit del 1,9% del PBI al finalizar el año”.
“Sin embargo, el salto discreto en el tipo de cambio luego de las elecciones primarias indica que la inflación de agosto sería mayor y, consecuentemente, implicaría un nuevo deterioro de los ingresos reales y, por tanto, en el consumo”, analizó.
La variación del consumo por rubros
Por rubros, indumentaria y calzado mostró en el séptimo mes del año una caída del 7,6% interanual, profundizando el proceso de contracción iniciado en octubre del año pasado.
Por otro lado, el capítulo de transporte y vehículos mostró un crecimiento estimado del 2,5%. El avance se dio por un aumento en los patentamientos tanto de autos como de motos en de 10% y 9,3%, respectivamente. Estos no tenían un crecimiento interanual tan elevado desde marzo de este año.
Claves para ahorrar con tarjeta de crédito en contexto inflacionario
Recreación y cultura finalmente perdió su dinámica de recuperación post pandemia y en julio mostró una contracción de 4,5% interanual en un contexto de una fuerte caída del poder adquisitivo de los hogares acompañado de signos de recortes en gastos que no son de primera necesidad.
En cuanto al apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos, este mostró un crecimiento estimado de 1,1% interanual. “En los últimos meses, este capítulo mostró marcados signos de debilidad a partir del encarecimiento relativo como consecuencia del proceso de recomposición tarifaria, que además tendría nuevos aumentos en septiembre con impactos adicionales en el consumo”, explicó la CAC.
Con respecto al resto de los rubros, estos experimentaron un decrecimiento del 2,1% interanual en julio, posicionándose en niveles 3% por debajo de 2019.
¿Qué dicen desde la CAC?
En este contexto, el economista en Jefe de la CAC, Matías Bolis Wilson, dijo a PERFIL: "Nosotros esperábamos, como dijimos cuando presentamos el índice, que este año fuera de a poco desacelerándose el consumo, por lo menos en el primer trimestre, y que empezara a entrar en tasas negativas a partir de abril. Finalmente sucedió en junio y julio porque naturalmente el ingreso de las familias está cayendo"
Respecto a la suba de precios a pesar de la caída del consumo, aseguró que el impacto de la sequía representa una restricción por el lado de la oferta porque las importaciones están cayendo alrededor del 10% y el 90% de lo que Argentina importa entra en el circuito productivo como bienes intermedios, de capital e insumos".
El Banco Central prevé que la inflación mensual superará el 10% en agosto
Asimismo, "la devaluación hace que los precios aumenten claramente por el costo de los importados, tenés un desanclaje de las expectativas por todo el resultado electoral y de vistas para adelante cuál va a ser la política económica, entre ellas la monetaria", agregó Bolis Wilson.
"También hay mucho dinero dando vuelta en la calle, que eso hace que se genere un escenario de estanflación, que Argentina ya lo ha vivido, así que no es tampoco extraño tener inflación con caída de la actividad. De hecho, creo que la caída de la actividad y del consumo morigera un poquito la aceleración de los precios, pero tenés condiciones monetarias y muchas expectativas también que están generando esa aceleración", concluyó.
LD
