En medio de un clima financiero internacional negativo, el dólar se disparó ayer por arriba de los $ 43 durante la jornada, aunque cerró para la venta minorista en $ 42,86, según el promedio del Banco Central. Es el valor más alto desde el 7 de marzo, cuando llegó al récord de $ 43,41. Tal como anticipó PERFIL, se esperan microshocks hasta octubre.
La entidad monetaria debió convalidar una nueva suba de tasas en la subasta de Leliqs que promedió el 66,65%, en tanto la Bolsa porteña cayó, se derrumbaron las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, y el riesgo país escaló. Analistas evaluaron para PERFIL que, más allá de la incertidumbre electoral local, el peso “se contagió de un efecto global”. Aludieron a la detención del ex presidente de Brasil, Michel Temer, acusado de corrupción en el marco del llamado Lava Jato, que provocó que el real se devaluara 2,60% y se depreciaran otras monedas de la región, como el peso chileno (1,80%) y el mexicano (1,30%). A eso se sumó la fuerte apreciación del dólar contra el euro “en función de los malos datos de crecimiento de Europa”. Fuentes oficiales dieron a este diario la misma lectura: “No fue un movimiento de Argentina lo que pasó” .
Volatilidad. El billete verde minorista pegó un salto de 2,01% respecto del jueves, y en la semana trepó 4,20% o $ 1,72. En el mayorista finalizó a $ 41,80, una suba semanal de $ 1,80.
Gustavo Quintana, de PR Cambios, señaló que “fue una rueda contagiada por el nerviosismo internacional, donde el dólar operó con marcada fluctuación, tocando un máximo de $ 42,20. La debilidad del mercado financiero argentino hace que los ruidos del exterior se potencien”. “Estamos escasos de los ingresos de los exportadores”, acotó Fernando Izzo, de ABC Mercados.
El BCRA colocó Leliqs –en una licitación desdoblada como toda la semana– por un total de $ 210.027 millones frente a un vencimiento de $ 204.863 millones, por lo que absorbió algo más de $ 5 mil millones. La tasa promedio total quedó en 66,65%, superior al 65,75% de la jornada previa. No obstante, se pagó una tasa máxima de 67,29% en la segunda subasta.
La entidad monetaria convalida mayores tasas para tratar de calmar al dólar, aunque le preocupa que el rendimiento de los plazos fijos no mejoró al mismo ritmo, lo que no ayuda a desincentivar la demanda de divisas. Por eso analiza con los bancos medidas para fomentar la suba de la tasa de depósitos (ver aparte).
Fuentes oficiales dijeron que hacia delante ven “una buena oferta de dólares en el mercado doméstico por el comienzo de las licitaciones del Tesoro en abril (US$ 60 millones diarios autorizados por el FMI), y eso es una fuente de estabilidad para el mercado; además, se espera una cosecha muy importante, y un superávit comercial abultado”.
Diego Martínez Burzaco, de MB Inversiones, planteó que “siempre es saludable que haya más oferta, pero la pregunta es si alcanza o no, y eso dependerá de la confianza; hay incertidumbre económica y política, y habrá dolarización de portfolios”. Pablo Castagna, de Portfolio Personal Inversiones, señaló que “pesa cada vez más la alta incertidumbre electoral”, por lo que “la volatilidad seguirá durante todo el año, aunque es esperable que vayan apareciendo los dólares de la cosecha subiendo la oferta y calmando un poco”. Advirtió que hasta que comiencen las subastas del Tesoro “la única herramienta del BCRA es subir las tasas para que el dólar no se escape”. Christian Buteler alertó que “puede seguir habiendo presión sobre el tipo de cambio si este clima internacional se mantiene, y si empieza a haber salidas de capitales de mercados emergentes hacia el dólar nos va a complicar mucho más”. Mauro Mazza, de Bull Markets, planteó que “la transición de mes siempre es peligrosa” por mayor cobertura, y auguró que “la tasa puede tener un pico en 70% si hay estrés”. Guido Lorenzo evaluó que “pensar en tasas del 70% no es ridículo, dado que la inflación de este mes la prevemos en 4%, y seguirá elevada hasta mayo”.
El FMI aprobó el desembolso pero pide más ajuste
Hacienda sale a absorber pesos
Según el Ministerio de Hacienda, el movimiento del peso “tiene que ver con la economía global y no con cuestiones locales”.
Pese a esa evaluación, la cartera económica buscará absorber pesos con tres licitaciones desde el lunes con Letes a 210 días, Lecer a 185 días y Lecaps en pesos a 91 días. Busca así contener la demanda de dólares, ampliando la oferta de instrumentos para inversores.
“Hoy se invirtió la curva de tasas en EE.UU., algo que no ocurría desde 2007 y que se considera como un posible anticipo de una recesión”, indicaron fuentes oficiales. A eso sumaron “los números flojos de actividad en Europa” que generaron ventas de activos.
El dólar se fortaleció frente a las monedas emergentes, indicaron desde el Gobierno. La caída del peso fue del 1,8%, mientras que el real se depreció 2,5% y la lira turca 5%, remarcaron en la cartera que dirige Nicolás Dujovne.
“En este tipo de circunstancias no conviene ir contra la corriente, no es bueno desacoplar al peso; y no tiene sentido gastar balas o credibilidad cuando no es una cuestión del peso sino una cuestión global”, señalaron.