El equipo económico llamará a empresarios para discutir Precios Justos y el rumbo de la inflación
La semana pasada fueron los banqueros por el anuncio del canje de bonos; la que viene será el turno de empresarios vinculados a alimentos. El equipo del ministro Sergio Massa busca dar señales concretas de desaceleración inflacionaria porque dice tener indicadores que anticipan un ritmo decreciente en los precios de las últimas semanas. En tanto finaliza marzo hay temor de que el indicador oficial vuelva a ser superior al anterior.
Frente a frente. Massa y su equipo en un encuentro anterior en el Palacio de Hacienda. |
MECON
La semana que viene la secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, se reunirá con las empresas que forman parte del programa Precios Justos para continuar con el seguimiento y ajustar el acuerdo tras el dato de inflación del 6,6% de febrero, que estuvo traccionado principalmente por alimentos con casi el 10%.
Tras el anuncio esta semana del canje de bonos para organismos públicos, que instruye a los organismos del Estado a canjear los bonos en dólares por instrumentos en pesos, que generó repercusiones de todos lados, pero desde el Palacio de Hacienda sostienen que permitió bajar las cotizaciones de los dólares financieros, del contado con liquidación y el MEP, la brecha quedó lejos del pico de mediados del año pasado.
Esto le permitirá al Gobierno respirar y enfocar los cañones en el problema que hasta el momento no se pudo mostrar resultados: la inflación.
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Febrero encendió algunas alarmas al gabinete económico debido a que es un mes corto y estacionalmente por la baja demanda de pesos y trajo consigo también el dato de la inflación de tres dígitos interanual, por primera vez desde octubre de 1991.
La semana próxima, fuentes de Comercio admitieron que se retomarán las mesas de trabajo con las empresas para continuar el seguimiento al programa, y mostrar una desaceleración efectiva en los precios, en especial sobre alimentos y bebidas.
En ese sentido, la suba de precios en alimentos se desaceleró en las últimas semanas y se ubicó en un 5% en las últimas cuatro semanas, según el relevamiento de LCG.
El informe de la consultora precisó que la tercera semana de marzo cerró con un aumento en alimentos del 0,5%, y, en consecuencia, en las cuatro semanas precedentes el alza acumulada es del 5%. La desaceleración es de 0,7 puntos porcentuales.
Para LCG, entre la tercera semana de marzo y la tercera de febrero, los aumentos están liderados por panificados con un 8,2%, los lácteos una suba del 6,4% y carnes 6%. Del conjunto de alimentos, sólo el 8% mostró aumentos en la semana del mes estudiada.
Esto sería relevante para el Gobierno dado que según el último dato del Indec, el rubro de alimentos y bebidas lideró los aumentos con un incremento de 9,8%, y sería la señal que necesita para mostrar una desaceleración en la inflación y conseguir respaldo en un año electoral.
Para marzo, si bien alimentos tendría una desaceleración respecto al mes anterior, se mantendrá alto por motivos estacionales ya que tiende a ser un mes con inflación más elevada que el promedio mensual del resto del año, donde suelen incidir los mayores aumentos en indumentaria, por el cambio de estación, y educación, por el inicio de clases.
Las consultoras privadas proyectan que rondaría el 7% y, de ser el caso, la acumulación de suba de precios para los primeros tres meses del año estaría en el orden del 21%.
En este contexto, el ministro de Economía Sergio Massa se encontrará en Estados Unidos con el presidente Alberto Fernández, además de limar asperezas internas, buscará respaldo político con el encuentro que mantendrán con el mandatario estadounidense, Joe Biden, en relación a las conversaciones que lleva el Gobierno con el FMI que, esta semana, expresó que “debe llevarse a cabo de una manera que no aumente las vulnerabilidades a futuro” y “debe acompañarse de políticas macroeconómicas consistentes” respecto al canje de bonos.
Reservas del BCRA, en alerta roja
Agencias
Esta semana el Banco Central siguió perdiendo reservas y acumuló la salida de unos 2.500 millones de dólares en lo que va del año. Las reservas retrocedieron a los 37.600 millones de dólares, y las netas rondarían apenas los 1.500 millones de la moneda estadounidense.
La autoridad monetaria no logró frenar el drenaje de sus reservas y debió desprenderse de 88 millones de dólares en el mercado cambiario en la última jornada del jueves. En sólo cuatro días hábiles, el organismo se deshizo de 588 millones de dólares. La sangría, que comenzó en la segunda quincena de enero, se agudizó en marzo, en un mes donde se sintió el impacto de la sequía en los ingresos del agro.
En lo que va del mes, el organismo ya vendió 1.459 millones de dólares por la sumatoria de importaciones, demanda de energía y hacer frente a compromisos financieros. Hay analistas que advirtieron que las reservas netas del BCRA no superarían los 1.500 millones de dólares.
