Los países del G7 culminaron su encuentro en Alemania con la intención de reforzar su presión económica contra Rusia y contrarrestar el avance de China como socio económico de los países en desarrollo como punta de lanza.
En ese contexto, las siete economías más grandes del mundo pusieron en marcha un gran programa de inversiones de 600.000 millones de dólares para las economías emergentes, con el fin de responder a las vastas obras de infraestructura financiadas por el gigante asiático, anunció el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Según dijo el líder demócrata, su país movilizará 200.000 millones de dólares en subvenciones, fondos federales e inversiones privadas a lo largo de cinco años para apoyar proyectos en país de renta baja y media para luchar contra el cambio climático o mejorar la salida mundial; la igualdad de género y las infraestructuras digitales.
“Quiero ser claro. Esto no es ayuda o caridad. Se trata de una inversión que dará sus frutos para todos”, aseguró. Biden agregó que la iniciativa permitiría a los países implicados “ver los beneficios tangibles de asociarse con las democracias”.
El presidente número 46.º de Estados Unidos prometió engrosar el monto inicial del proyecto al mencionar que miles de millones de dólares más podrían provenir de bancos multilaterales de desarrollo, instituciones financiaras y fondos soberanos.
La parte que le toca poner a Europa
Europa, por su parte, movilizará 300.000 millones de euros en el marco del plan durante el mismo periodo para construir una alternativa sostenible al proyecto chino “Cinturón y Ruta de la Seda”; que el presidente Xi Jiping lanzó en 2013, según dijo la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.
Argentina formalizó su ingreso a la Ruta de la Seda impulsada por China
Del mismo modo, los líderes de Japón, Italia y Canadá también hablaron de sus propios planes, algunos de los cuales ya han sido anunciados. Si bien el presidente galo, Emmanuel Macron, y el premier británico, Boris Johnson, no estuvieron presentes al momento del anuncio, quedó claro que sus países entrarán de lleno en la iniciativa.
El plan de inversiones de China, que incluye proyectos en más de 100 países alrededor del mundo, pretende crear una versión vanguardista de la Ruta de la Seda entre Asia y el viejo continente.
SE