Los precios del crudo subieron ayer impulsados por la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de confirmar la convocatoria a una reunión de emergencia en Doha el próximo jueves que prevé reducir la producción. Por eso, en el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de light sweet crude para entrega en noviembre cerró en alza de 1,37 dólar a 59,94 dólares.
La OPEP confirmó que mantendrá una reunión extraordinaria el jueves en Qatar. Según el ministro qatarí de Energía, esa reunión debe conducir a una "reducción de un millón de barriles diarios" en la producción efectiva del cártel.
Los miembros de la OPEP llegaron a un consenso sobre el tema, pero algunos de ellos desean que la reducción sea sobre las cuotas de producción y no sobre la producción real. El cartel produce actualmente menos que las cuotas de 28 millones de barriles diarios autorizadas.
"La OPEP todavía está reflexionando para decidir quién cargará con la mayor parte del fardo de una reducción de un millón de barriles diarios", comentó Phil Flynn, de Alaron Trading. "Los desensiones al respecto (entre los miembros de la OPEP) explican porqué los precios del petróleo son tan volátiles en este momento", agregó.
En las últimas reducciones de producción, los precios estaban bastante más bajos y parecería que los miembros de la OPEP debieran esperar que los precios bajen todavía más para ganar en credibilidad", estimó a la agencia AFP Bart Melek, de BMO Capital Markets.
Por otra parte, la OPEP redujo en 100.000 barriles diarios, a 1 millón de bd, equivalente a 1,2%, sus previsiones de alza de la demanda mundial de crudo en 2006, en su informe mensual de octubre divulgado el lunes en Viena. Para 2007, la OPEP "mantiene en cambio su previsión de alza de la demanda de petróleo en 1,3 mbd, es decir 1,5%", agrega el informe.
Este lunes, los precios fueron sostenidos también por "la llegada del frío a Estados Unidos, que inspiró a algunos compradores", según Flynn. "Los precios del gas natural también subieron mucho, ya que "los inversores temen un invierno particularmente largo y riguroso, que podría afectar las reservas", precisó el analista.