Mientras las preocupaciones por la pandemia del Covid-19 van quedando atrás a nivel global, la guerra en Ucrania y los efectos de la inflación van ganando terreno.
En este caso, preocupa tanto en aquellos países donde es un fenómeno que no se experimentaba desde hace mucho tiempo, como en aquellos donde ya están más acostumbrados, como la Argentina.
Actualmente, el COVID-19 preocupa sólo a un 31% de las personas a nivel global; y en nuestro país ese número disminuye al 24% de los encuestados, de acuerdo con las conclusiones del Barómetro de KANTAR, un relevamiento donde se consultó a diez mil personas de 18 países.
Por qué la inflación de Argentina no se puede comparar con la de otros países
La guerra en Ucrania ha tomado protagonismo a nivel mundial, especialmente en los países europeos y en el caso de la Argentina, el 82% de los encuestados dice estar algo o muy preocupado, mientras que a nivel global la preocupación es del 72%. Paradójicamente, en los Estados Unidos un 47% dice estar preocupado por este tema.
Debido principalmente al incremento de la inflación, la economía es el segundo factor de preocupación a nivel global, según el 36% de los consultados. En la Argentina ese porcentaja asciende al 39%. En general, el 90% de la población responsabiliza a los gobiernos por los problemas económicos, reclamando políticas de empleo más activas y la reducción de impuestos, según el relevamiento de Kantar.
Cuando se consulta sobre las perspectivas económicas a futuro, la Argentina se ubica entre los 5 primeros pueblos más pesimistas del mundo con un 61%, precedida por Nigeria (77%), Turquía (72%), Sudáfrica (71%) y Brasil (66%). Las personas piensan que su situación financiera personal y la economía general de su país empeorarán.
Nuevos hábitos de consumo
Según el estudio de Kantar, los consumidores van cambiando sus hábitos y conducta a medida y reaccionan de la siguiente manera:
- Prudencia: Primero comienzan a comprar menos, con recortes generales de cantidades, mientras que la calidad sigue siendo importante. Discrecionalmente, las categorías están sintiendo los efectos de esa conducta prudente.
- Cambio de lugar de compras: El consumidor busca mayoristas y outlets, para conseguir mejores precios para los mismos productos.
- Aplazo de la compra: Antes de comprar un producto, esperan más tiempo para reponerlo.
“El nuevo Barómetro nos muestra que la gente hoy se ve obligada a dejar de hacer ciertas cosas y cambiar algunos comportamientos y elecciones”, afirma Sebastián Corzo, Director de Marketing de Kantar División Insights.
Corzo agrega que, “sin embargo, aunque sepan que tienen que hacer recorte de gastos generales, siguen considerando esenciales: alimentos y bebidas, transporte, hogar, pago de servicios y conectividad. Aunque el panorama económico no parezca ser optimista, en general, el consumidor quiere mantener sus hábitos de consumo”.
LM CP