Son días en los que las planillas macro muestran crecimiento suave, como resumen de un mix de indicadores positivos y negativos que tienen un resultado: en la calle parece que la economía no funciona, aun cuando los patentamientos de autos y motos son record, la construcción vuele o haya créditos hipotecarios. La memoria de tasas chinas de crecimiento con el consumo exacerbado con cuotas fijas y mucha ingreso disponible por tarifas ultrabajabas en la zona metropolitana es implacable. Por eso, tal vez, el presidente Mauricio Macri abandonó el miércoles el texto y en el cierre casi gritó los records de autos, asfalto y turismo.
Esa parece ser la línea oficial desde el retiro en Chapadmalal, militar el dato positivo. Y quien se puso a la cabeza fue el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que incluso el viernes en la reunión de gabinete ampliado pasó una presentación para mostrar que pese a la sequía y los temblores financieros internacionales, la economía arrancó el año creciendo al ritmo del 3% interanual, con 13 de 15 sectores en buena forma y una recaudación que entusiasma, saltando al 37% interanual en febrero. Aun así, los entrevistados le preguntan “por qué la economía no funciona, ministro?”. Porque en la calle, sobre todo en Capital Federal y Gran Buenos Aires, la temperatura del consumo masivo es fría. Y eso manda. Según Kantar Worldpanel, por tercer año consecutivo enero tuvo caída del 2% en consumo masivo, que está, en volúmenes, 10% por debajo de 2015.
Contra ese feeling, los Dujovne boys bancan la parada. Un grupo de técnicos que vienen de la academia y la consultoría, con dotes didácticas más que carisma, le ponen garra a la explicación de los datos positivos.
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El secretario de Programación Económica, Sebastián Galiani, viene de la Universidad de Maryland y de dirigir el Jameel Poverty Action Lab (J-PAL) del MIT. Desde su función le explica a quien lo oiga que la Argentina va en el sendero de Israel, que bajó paulatinamente su déficit mientras lo financió con deuda y luego estabilizó su situación. En una de sus últimas apariciones se metió con los precios. “Esperamos una baja muy fuerte de la inflación desde mayo”, dijo a Infobae.
Su segundo es Luciano Cohan, ex miembro de la consultora Elypsis, que en tuits recientes relativizó la crudeza del déficit comercial y vacitinó por radio que es posible que este año las exportaciones crezcan un 5%, aunque perdure el rojo externo.
Desde la Universidad Torcuato Di Tella llegó hace un tiempo Guido Sandleris, hoy jefe de asesores de Dujovne, que recientemente en PERFIL subrayó que el país de las crisis recurrentes quedó atrás y está convencido de que se crecerá 3,5%.
