Con 83 años, el histórico empresario Franco Macri se entretiene con la red social Twitter y suelta opiniones sobre la actualidad, con revelaciones jugosas. El hombre que condujo numerosas empresas en los 80 al frente de Sociedad Macri, hoy se define en el perfil de su cuenta oficial @FrancoMacri como “empresario argentino” y “Consejero Senior de la República China para Inversiones en Latinoamérica”. El padre de Mauricio, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se ocupa personalmente de hacer comentarios políticos y económicos, y hasta de responder consultas del público.
Así, poco después del último accidente del tren Sarmiento en Once, reveló: “La única vez que vi al Sr. Presidente Kirchner, me dijo: ‘Estreche relaciones con China y ocúpese de trenes y subtes’”. Ese mismo día, además, soltó: “La Sra. Presidenta @CFKARGENTINA heredó los empresarios de siempre, los mismos, desde el Pacto de Olivos”.
Hasta ayer tenía 4.995 seguidores, cosechados desde el 21 de octubre. Sigue a 33 personas, mayormente políticos. En 140 caracteres deja retazos de su pensamiento un hombre que supo formar parte de lo que su hijo hoy llama “el círculo rojo” de empresarios e intelectuales que inciden sobre el poder. Hace una década salió de la operación del ferrocarrill Belgrano Cargas, que consideró en una nota con La Nación “la espina dorsal” del país, clave para transportar la producción agrícola. “Transportar la cosecha por ferrocarril sería más barato y no habría que invertir en las rutas que el camión deteriora (Coloquio IDEA)”, escribió mientras se desarrollaba el encuentro en Mar del Plata. Y otra vez disparó: “Citan a Jaime por enriquecimiento ilícito, pero deberían indagarlo por obstaculizar el Belgrano Cargas”.
Pero Macri no oculta que está lejos de compartir la distancia que tiene su hijo por el kirchnerismo. Ha tuiteado que Lanata “es un gran cómico”, y también que “la cola de autos” cuando va a la oficina “habla de un país en recuperación y no en crisis”.
Twitter también le sirve de plataforma para compartir reflexiones introspectivas (“Soy un joven Chino, en el cuerpo de un viejo occidental”), y hasta para jugar con su fama de galán (“Me hacen gracia los comentarios sobre mis mujeres, trataré de aprovechar lo que me queda”)