El grueso de los gobernadores peronistas y sus aliados avanzará en un proyecto de ley de Coparticipación, que tendrá dos ejes claves: los índices de la economía de cada provincia y el crecimiento de la recaudación nacional a través de los cobros por retenciones a las exportaciones primarias. Los mandatarios se quieren asegurar esa porción de esos ingresos fijos, que en la actualidad se reparten de manera discrecional, para desarrollar obras de infraestructura que les permitan mejoras constantes en las percepciones locales.
La decisión política se tomará esta semana, cuando los gobernadores Axel Kicillof y Jorge Capitanich den vía libre al armado técnico que estará en manos de sus funcionarios económicos para, luego, llevar a la Comisión Federal de Impuestos (CFI). Sin embargo, fuentes del entorno de ambos mandatarios desconocieron sus participaciones en la iniciativa. Aunque PERFIL, de manera exclusiva, confirmó los detalles del plan, a partir de fuentes de distintos gobiernos que también están involucrados en el ante proyecto.
Ese órgano, integrado por las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), se reunirá dentro de un mes para definir su agenda y el proyecto estará en el tope de las propuestas. De lograr el respaldo del resto de la mayoría de los ministros de Economía que la integran, la iniciativa deberá tomar forma de proyecto de ley y sería presentada en el Congreso de la Nación para su tratamiento.
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El objetivo responde a la necesidad de sumar ingresos seguros a las arcas provinciales, “a través del reparto de los mayores recursos y no con el recorte para algunos distritos”, según adelantaron fuentes que participan del armado del borrador del proyecto. Pero la decisión de ponerlo en la agenda en el año electoral dejará en posición incómoda al jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Horacio Rodríguez Larreta.
Sucede que la Ciudad es el distrito con mayores recursos coparticipables y, también, el que más recaudación logra a partir de su desarrollo económico. Según las provincias, el modelo de nacional debe ser reconsiderado a partir de la actualización de los índices económicos de cada distrito, de modo que la suma cero del reparto de la coparticipación favorezca al desarrollo de los distritos que necesitan inversiones para el desarrollo productivo y lograr “la conformación de un país realmente federal”, según señaló uno de los diagramadores del nuevo proyecto.
Los frentes abierto que enfrenta Larreta
Rodríguez Larreta viene atravesando momentos de tensión en el frente interno de la coalición opositora, hostigado por los “halcones” de JxC, que reclaman un candidato que confronte con dureza al kirchnerismo y, de esa manera, logre ensanchar la grieta electoral. Sin una definición del expresidente Mauricio Macri de participar en las elecciones primarias, el mandatario porteño se enfrenta a las garras de la titular del PRO, Patricia Bullrich, que lo asedia en las encuestas de intención de voto con un discurso de confrontación férreo.
A esa presión interna, los gobernadores peronistas prometen llevarlo a un dilema federal: defender los intereses de los porteños por encima de los reclamos de las provincias, a donde tiene que ir a hacer campaña con el sueño de llegar a la Casa Rosada. Saben, sin embargo, que el tratamiento legislativo es una utopía en un 2023 lleno de instancias electorales: provinciales, PASO, generales e, incluso, la posibilidad de una segunda vuelta presidencial. “Es necesario poner sobre la mesa el inicio de un debate fundamental para el futuro de las economías regionales”, aventuró uno de los arquitectos del proyecto, consultado por este medio.
El fallo de la Corte y la “ventana de oportunidad”
Según la fuente consultada, los gobernadores vieron en el debate por los fondos de seguridad, que la Corte debe resolver en el dilema entre Nación y CABA, una “ventana de oportunidad” para instalar una nueva fórmula de coparticipación federal. A diferencia de la consideración inicial sobre una victoria de la Ciudad ante la cautelar que le reconocía los ingresos obligatorios por el traspaso de la seguridad, los gobernadores creen que el máximo tribunal de Justicia tomó en cuenta el cálculo de 2,95% que la CFI había analizado como retribución equitativa entre el pedido porteño de 3,5% y del Gobierno nacional de 2,32%.
Los fondos que se disputan Nación y CABA no son de coparticipación con el resto de las provincias, pero sí dejaron planteada la posibilidad de debatir el reparto de los recursos extraordinarios que el gobierno central dispone para su destino discrecional entre los gobernadores. Allí quedará un 1,5% en stand by, si es que la Corte Suprema sostiene el criterio tomado para el amparo judicial en su fallo de fondo. La liga de las provincias quiere que esa porción de recursos también vaya al fondo coparticipable.
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Además, en el nuevo proyecto habrá una actualización del índice de desarrollo de las provincias, para intentar achicar las asimetrías que se generaron con las actividades económicas. “En Capital existe un subsidio al transporte que beneficia a una actividad que es exitosa, porque centraliza a todas las actividades administrativas. Por lo tanto, la recaudación es mayor en todos los casos”, se quejó, off the record, el ministro de una de las provincias denominadas del Norte Grande.
Retenciones por siempre con aval kirchnerista
Pero el plan de coparticipación no tiene previsto el recorte de ingresos de las provincias, sino la incorporación de nuevos recursos al fondo a repartir, como las retenciones a las exportaciones primarias, que incluye al agro y a los ingresos extraordinarios que generará la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) que saldrá de Vaca Muerta, si es que avanzan con éxitos los programas de inversión que analizan las empresas petroleras.
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La provincia de Buenos Aires es, según las cuentas de los gobernadores peronistas, “la más perjudicada” por el reparto actual de los recursos. Es por eso que Kicillof avala la jugada ante el Congreso. Pero detrás está la decisión política del Gobierno nacional de poner en la agenda una discusión que no logra consensos totales. Quien ya dio el visto bueno fue el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, que coordina a la CFI desde la Secretaría de Provincias, luego de que saliera de la órbita del Ministerio de Economía. Con ese funcionario en escena, quedó claro que detrás está la mirada atenta de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Falta definir si el presidente Alberto Fernández y Sergio Massa respaldarán el avance federal.
Según los cálculos preliminares, tres provincias se solidarizarán con CABA para resistir que el proyecta salga a la luz: Corrientes, Jujuy y Mendoza. Ese tándem buscará blindar a Rodríguez Larreta por ser, hasta ahora, el único precandidato presidencial de JxC, pero varios representantes provinciales consideraron que las dos provincias que integran el Norte Grande coinciden con los intereses fundamentales del plan planteado a grosso modo, aunque por alineamiento político rechazan los tiempos de presentación.
LR