Entre largas explicaciones del contexto internacional y diapositivas con el declive de las economías desarrolladas y su impacto en el país, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, reconoció esta semana que las exportaciones “sufren cuando sufre el mundo” y que ese canal de contagio está activo. Así, el Gobierno pone énfasis en cuidar la única vía legítima de ingreso de dólares que queda y apunta a soluciones “creativas” para restringir importaciones y generar tipos de cambio que favorezcan a las exportaciones.
La “tercera etapa de devaluación”, como fue definida por quien fuera asesor de Hernán Lorenzino y uno de los redactores detrás de la 125, el economista Demian Panigo, podría incluir “una tasa de devaluación más baja que la actual (hoy ronda el 35%) combinada con devaluaciones fiscales y administrativas, subsidios específicos y pseudoaranceles”.
La Argentina y Brasil buscaron –sin éxito– levantar la cláusula de “no innovar” en protección comercial dentro del G-20 y aumentaron sus críticas frente a la Organización Mundial de Comercio.
“Si uno se queda con las reglas de la OMC, parece ser poco el margen para desarrollarse”, cuestionó el secretario de Relaciones Internacionales de Cancillería, Augusto Costa en el Congreso de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA).
Las exportaciones empezaron el año en baja y ahora acumulan sólo un 5% de aumento en el primer semestre, mientras que las importaciones –pese a las trabas– crecen al 11%. Entre enero y julio se acumularon US$ 5.700 millones. Así, el 2013 terminará con un superávit comercial de US$ 10 mil millones, según confirmó Costa a PERFIL, una cifra similar a la estimada en el Presupuesto para 2014.
El proyecto de la ley de leyes que se presentó el jueves en Diputados estima un crecimiento de las exportaciones de 8% y de las importaciones, del 10%. “Cada punto del PBI implica dos puntos más de aumento de las importaciones. En 2014, con un 6,2% de crecimiento previsto, deberían crecer entre 12 y 20%”, estimó el director de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce. “Está claro que las importaciones siguen siendo la variable de ajuste de la salida de dólares”, añadió. Lideran la salida de dólares el sector petrolero –que insumirá importaciones por US$ 13 mil millones este año y más de US$ 16 mil millones el próximo–, seguido por el autopartismo. Por turismo, en tanto, se estima que se irán unos US$ 5 mil millones.
La relación con Brasil es esencial para resolver el déficit autopartista. Lejos de la negociación, los funcionarios cuestionaron el plan Inova del Gobierno de Dilma Rousseff. “Buscan atraer inversiones en sectores estratégicos pero violan normas de la OMC”, aseguró Panigo sobre las preferencias y beneficios fiscales otorgados. “Pero establecer un tribunal para analizar las medidas lleva al menos tres años. En ese plazo, Brasil gana tiempo y maduran las inversiones”, explicó el economista.
Brasil, en tanto, presiona a la Argentina para que avance en la negociación con la Unión Europea que estanca el acuerdo con el Mercosur. Por esto se reunirán mañana los empresarios sensibles con Costa, la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, y la ministra de Industria Débora Giorgi. En los festejos por la Independencia de Brasil, los empresarios que participaron aseguraron que se notó el mal clima. “El único funcionario presente fue un negociador de Cancillería”. En los discursos, en tanto, se habló de Messi, Neymar, Borges y la samba pero nada de comercio.
Para medir el ingreso de dólares, el precio de la soja y del petróleo son dos “variables imprescindibles para la Argentina”, reconoció Kicillof en su regreso a la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. “¿Qué es lo que va a hacer la Argentina para proteger su mercado? La respuesta es un tanto decepcionante si se tiene en cuenta que hay que respetar las normas de la OMC”, estimó. Por eso se analizan ‘soluciones creativas’ como las que puso en marcha Brasil.
Según Marcelo Elizondo, director de Desarrollo de Negocios Internacionales y ex titular de la Fundación Export.Ar, la Argentina tiene abiertos “no pocos conflictos” con Brasil, la UE, Estados Unidos, Japón y el Ciadi, entre otros, que “ponen en riesgo el 27% del total de las exportaciones”.