El secretario de Comercio Guillermo Moreno es la cara más visible en el control de precios, y en el cierre de exportaciones para cuidar las reservas. Pero, según CADAL, no es el principal responsable de la “caída de las exportaciones”. Sostiene el análisis de esta institución, la “culpa” de la gran paradoja de la intervención de Moreno “es de la perversidad del sistema”.
Según el análisis económico, titulado “Alerta Económico Institucional: Moreno se muerde la cola”, lo grave de este modelo “no sólo pasa por el permanente cambio de reglas de juego, sino por la sistemática caída de las exportaciones que, salvo las del complejo sojero, tienen su origen en la dualidad excluyente que plantea el modelo económico en vigencia: exportación o consumo interno”.
Las cifras del comercio exterior -explica CADAL- permiten observar que los valores de la balanza comercial de junio marcaron un superávit de U$S 1.291 millones, cifra que representa una baja de 19 por ciento frente al mismo mes de 2009. “Pero al ver los números finos, se observa que las importaciones aumentaron 40 por ciento en forma interanual a U$S 5.062 millones y que, por su parte, las exportaciones crecieron apenas 22 por ciento y se ubicaron en U$S 6.353 millones”, señala el informe.
Y explica qque con estos resultados, “el comercio exterior cerró el primer semestre con un saldo positivo de U$S 7.491 millones, que ha sido 25 por ciento inferior al obtenido en igual lapso de 2009”. Un deterioro que, según el análisis económico, se produjo “por un incremento de 43 por ciento en las importaciones que llegaron a U$S 24.803 millones y, en cambio, las exportaciones subieron sólo 18 por ciento, a U$S 32.294 millones”.
Para CADAL, el juego del control de precios y el freno de las exportaciones demuestran “giran en torno a la carencia de inversión que desde varios años atrás acosa a la Argentina”, y señala que “entre la inflación interna y la imposibilidad de vender al exterior, el resultado más común es que las empresas restrinjan la oferta, lo que realimenta el ciclo inflacionario y hace que tengan que sumarse al modelo consumo-dependiente más por necesidad que por obligación”.
Y agrega: “Hoy el mundo compra carne, leche y granos y la Argentina no ha hecho otra cosa durante los últimos dos años que perder mercados por el freno oficial a las exportaciones que justamente tuvo en Moreno a su adalid. Brasil y Uruguay han sido los beneficiarios directos de esa política, mientras cada vez hay más sectores que plantean cierto atraso cambiario”.