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La cuenta corriente tuvo un rojo de US$ 3.016 millones en el segundo trimestre

El déficit se produjo principalmente por la disminución del superávit de la balanza de bienes debido al importante incremento de las importaciones.

Ministerio de Economía
Ministerio de Economía | Noticias Argentinas

Durante el segundo trimestre de 2025, la cuenta corriente registró un déficit de US$ 3.016 millones, en contraste con el superávit de US$ 3.732 millones del mismo trimestre del año anterior.

El descenso se explica principalmente por la disminución del superávit de la balanza de bienes en US$ 4.441 millones (originada principalmente por el aumento de importaciones de bienes en US$ 4.742 millones) y por el incremento interanual del déficit en la balanza de servicios, estimado en US$ 1.347 millones, señalaron desde el INDEC.

El déficit en la cuenta ingreso primario fue estimado en US$ 4.080 millones, que marcó una diferencia negativa de US$ 1.039 millones en comparación con lo registrado en el mismo período del año anterior.

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Ello fue impulsado, principalmente, por el saldo negativo estimado de US$ 4.055 millones para la renta de la inversión, mientras que en el mismo trimestre del año anterior había registrado un déficit de US$ 3.017 millones.

El superávit de la cuenta ingreso secundario se estimó en US$ 879 millones, superando en US$ 80 millones al que marcó en el mismo trimestre de 2024. Finalmente, el saldo de la cuenta de capital ascendió a US$ 162 millones.

Como consecuencia, el endeudamiento neto de la economía argentina se elevó a US$ 2.854 millones en el segundo trimestre de 2025.

Punto de inflexión para las cuentas

Según el CEPEC, el informe del INDEC “revela un punto de inflexión crítico en la situación de las cuentas externas de la Argentina. La economía pasó de un superávit sólido a un déficit en la cuenta corriente, marcando un deterioro de más de US$ 6.700 millones en un año. Este resultado, ocurrido en el trimestre tradicionalmente más fuerte debido a la liquidación de la cosecha, actúa como una señal de alarma sobre la insostenibilidad del equilibrio externo”.

Desde la consultora afirman que el núcleo del problema se encuentra en un cambio de composición. "El superávit comercial de bienes se contrajo severamente, no por una caída en las exportaciones —que se mantuvieron estancadas con un leve aumento de US$ 301 millones— sino por una explosión de las importaciones, que crecieron US$ 4.742 millones de dólares. Este fenómeno sugiere un recalentamiento de la demanda interna, donde el consumo y la industria se volcaron a bienes del exterior”.