Tarde a la noche, en alguno de los dos búnkers terminarán los festejos, y empezará la cuenta regresiva hacia el cambio de mando. Pero para ninguno de los dos posibles sucesores de Cristina Kircher será sencillo. Por eso, los equipos económicos tienen estrategias que arrancan antes de asumir, y tienen un mismo foco: habilitar líneas de financiamiento para que cuando les toque hacerse cargo de un gobierno con escasas reservas y al menos dos tipos de cambio (el oficial y el contado con liquidación, por ejemplo), tengan respaldo para aguantar una eventual corrida contra el peso. En las filas de Mauricio Macri, piensan en una gira por centros financieros y no descartan ir a China a renovar líneas de apoyo a las reservas. Esperan tejer contactos vía bancos también con un arreglo con los fondos buitres, para bajar el costo de financiamiento.
En el sciolismo, en tanto, también tienen Rusia y China entre sus primeros destinos pre asunción, para aceitar financiamiento para represas ya acordar y buscar nuevos fondos. Le agregan también posibles negociaciones con Brasil en busca de un swap, y aseguran que vendrán también fondos de organismos multilaterales.
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