La inflación de enero se situó entre el 4 y el 4,5 por ciento, según estimaron diversos consultores económicos consultados por PERFIL en estas últimas horas, lo que sitúa ese nivel en el más elevado de los últimos cuatro años.
En concreto, enero de 2020 tuvo una inflación del 2,3 por ciento, el mismo mes de 2019 fue de 2,9 por ciento, en 2018 se situó en el 1,8 por ciento y en 2016 el registro fue del 1,3 por ciento. Dentro de una tendencia de aceleración del ritmo inflacionario, diversos analistas advierten que 2021 comenzó con un nivel de precios de gran presión, lo que hace que la primera parte de este año tenga una tendencia de inflación muy elevada y dudan que se pueda cumplir con la meta anual del 29 por ciento fijada en el Presupuesto Nacional.
En primer término, Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres, consideró que el aumento del costo de vida en enero se ubicó en torno al 4 por ciento y advirtió que lo grave es la perspectiva hacia delante.
Expertos dudan que se pueda cumplir con la meta anual del 29 por ciento fijada en el Presupuesto Nacional
“En las tres primera semanas de enero tuvimos un aumento de precios que se situó entre el 3,2 y el 3,4 por ciento, con lo cual, estimamos que todo el mes sin dudas estuvo en torno al 4 por ciento o algo más. Pero más allá de enero, aquí lo realmente peligroso es la tendencia de aceleración que se observa mes a mes”, recalcó Spotorno.
Para el especialista las mayores incrementos se concentraron en los sectores turismo, esparcimiento, y diversos rubros de alimentos y bebidas, “éstos últimos con un fuerte impacto sobre los sectores de escasos recursos”.
Más allá de enero, aquí lo realmente peligroso es la tendencia de aceleración que se observa mes a mes, recalcó Spotorno
En la misma sintonía, la economista y consultora María Castiglioni adelantó que el nivel de precios al consumidor en enero dio un aumento que oscila entre el 4 y el 4,5 por ciento y que el tema inflacionario se está convirtiendo en una situación que se le está escapando cada vez más al Gobierno.
“En este momento la situación inflacionaria es de las peores de los últimos años, porque con un ritmo de actividad bajo como el que tenemos ahora, caída del salario y congelamiento de tarifas, que se padezca un piso inflacionario del cuatro por ciento es muy grave”, resaltó la economista.
Castiglioni anticipó que la inflación este año se ubicará claramente por encima de la previsión oficial y que resaltó que se vienen meses muy complicados para los precios, especialmente marzo y abril.
Estiman que se vienen meses muy complicados para los precios especialmente marzo y abril
Otro consultor, en este caso Christian Buteler, enfatizó que de una inflación mínima, en plena cuarentena, del 1,5 por ciento en abril y mayo del año pasado, estamos pasando ahora a un mínimo del cuatro por ciento mensual, con tarifas sin cambios y los programas de precios y encima con un nivel de actividad muy bajo.
“Este año todo indica que la inflación va a estar sin dudas por encima del 40 por ciento, por más que desde el Ejecutivo busque atrasar el tipo de cambio y posterguen los aumentos tarifarios”, anticipó el economista y consultor.
Los motivos de la aceleración de la inflación
Todos los especialistas coinciden en que esta aceleración en los niveles inflacionarios es producto del exceso de emisión monetaria del año pasado, en gran medida para hacer frente a los efectos de la pandemia, y cuyos graves consecuencias se están viendo desde hace tres meses y anticipan que esa tendencia incluso, lejos de atenuarse, podría incrementarse.
Por su parte, el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, Víctor Beker, consideró que “la pandemia y su secuela, la cuarentena, así como los controles de precios implementados, condicionaron el comportamiento de la inflación, lo que se observa en la gran dispersión en los precios relativos”.
Beker subrayó que 2020 “concluyó con un repunte inflacionario” y enfatizó que la meta del 29 por ciento para este año resultará “bastante dificultosa de cumplir por varias razones”. Entre ellas, el especialista menciona la incertidumbre sobre las tarifas públicas en este año, la recuperación paulatina de la actividad y el consumo con respecto al derrumbe del año pasado y la presión de los precios internacionales de las exportaciones y su influencia sobre los valores del mercado local.