ECONOMIA

Lavagna: "No se puede tratar a ejecutivos del exterior como a intendentes"

El negociador de la deuda junto a Kirchner dice que el país no tiene credibilidad y pone en duda el éxito del canje anunciado por CFK.

Crítica. Lavagna, ayer en París, dudó del éxito del nuevo canje.
| Hugo Passarello Luna

El ex ministro de Economía Roberto Lavagna, artífice de la primera reestructuración de deuda durante el gobierno de Néstor Kirchner,  habló con PERFIL de la reciente reapertura del canje anunciada por el Gobierno tras  el fallo de un tribunal en Nueva York  en favor de los llamados fondos buitre.

—¿Puede tener éxito la reapertura del canje?

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—Hay que ver esto como una de las fallas que tiene Argentina en materia de continuidad de políticas de Estado. Cuando hicimos la reestructuración nosotros dejamos un camino trazado que llegaba hasta el 2014. El Gobierno no siguió prácticamente nada de eso. El “minicanje” del 2010, fue armado por una consultora. No fue armado por el Gobierno. Ese canje no fue una buena negociación. Ahora, es posible que algunos acreedores estén simplemente esperando que termine el 2014. Pasados los 10 años estaba prevista la posibilidad de tener más flexibilidad si es que quedaba todavía algo por arreglar. Nunca hay ciento por ciento de aceptación. Entonces se previó que luego de 10 años se podía hacer acuerdos específicos con ciertos acreedores.

—¿Cree que seducirá a los acreedores que ya entraron en los canjes cambiar de legislación para evitar embargos?

—Yo no tengo todos los detalles del canje. Pero parece un poco raro que haya una gran movida para convertir títulos que están bajo legislación internacional en legislación argentina. En un país que tiene control de cambios, y uno muy poco claro que depende mucho de la voluntad y arbitrariedad del funcionario. No sé si habrá algún detalle en lo que presentó la Presidenta que pueda salvar esto, pero me parece difícil porque hay un problema de confianza. Es un problema de credibilidad. El Gobierno carece de toda credibilidad en el exterior, porque no se cumple con lo que se promete. No es gratis haber prometido formalmente, por la propia Presidenta de la Nación, que se iba a arreglar con los acreedores oficiales del Club de París y después no hacer nada. No se puede tratar a un gobierno o empresario del exterior como si fuera un intendente del Gran Buenos Aires, al cual le dan la plata si tienen ganas.

—Parte del Gobierno considera que el cupón de PBI, por el que los acreedores cobran un plus si la economía crece, fue un error de su gestión que hoy resulta una carga para las arcas públicas. ¿Qué les responde?

—A ellos les repregunto: ¿por qué lo emitieron en el 2010 entonces? En lugar de recomprar como estaba previsto, emitieron bonos adicionales. Cuando les conviene dicen que la reestructuración de la deuda la negoció Néstor Kirchner. Que se pongan de acuerdo. Carecen de coherencia en prácticamente todo lo que se hace. Ellos creen que el relato puede tapar la realidad.

—¿El litigio de la Argentina es una mochila para el próximo Gobierno?

—Yo no pongo toda la cuestión en el tema de los holdouts. De repente parece que éste es el problema principal del país. Argentina tiene otros problemas mucho más importantes. Un gravísimo problema de empleo, una baja inversión, e inflación alta por ejemplo. Esas son las razones por las cuales el Gobierno perdió esos votos en un año y medio, no fue por el tema de la deuda. Esto dentro de una semana es noticia vieja. El problema del empleo no es nunca noticia vieja porque es grave. La mochila es otra. Por ejemplo la “factura” energética del orden de los 13 mil millones que no es posible arreglar con ninguna manipulación en una corte. La mochila energética se paga todos los meses.