Los diferentes focos de incendios que se produjeron en el país dejaron consecuencias de un nivel de gravedad importante, tanto económicas como ecológicas. Según un informe de FAIMA, que aglutina a 28 cámaras que representan a todos los eslabones del sector forestal, señaló que parte de la responsabilidad por los incendios es por “políticas públicas erradas que urge cambiar”.
A su vez la Federación estimó que las pérdidas por los incendios forestales, que afectan a buena parte del país, ya ascienden a 3.500 millones de pesos por cada 1000 hectáreas de bosques implantados.
Solamente en 2020 se quemaron en la Argentina 1.100.000 hectáreas de bosques, por lo tanto la estimación de FAIMA de pérdidas por incendios forestales asciende a 3.850 billones de pesos (millones de millones). Es más de 3 veces la recaudación de la AFIP de diciembre 2021. Equivale a los recursos que el Gobierno Nacional coparticipó a las 24 jurisdicciones el año pasado.
“Este desastre ambiental es en parte consecuencia de políticas públicas erradas, que hace tiempo vienen desfinanciando la ley de bosques”, afirmó Daniel Loutaif, Coordinador del departamento de Bosques Nativos de FAIMA.
Desfinanciación en el Presupuesto
En los últimos años –asegura el informe- el Estado Nacional viene desfinanciando las leyes destinadas a proteger los Bosques. Tal es así que los fondos destinados en el Presupuesto 2022, que no se llegó a sancionar, para la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, representa solo un 3% de lo que corresponde: apenas $ 22 pesos por hectárea de bosque.
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“Debe haber una política de estado que trascienda los distintos gobiernos. No podemos continuar desfinanciando las leyes que regulan tanto los bosques nativos como los bosques implantados”, explicó Loutaif.
Pérdidas estimadas por los incendios forestales
A su vez el informe explica y distingue un incendio forestal de Bosque Implantados de uno en Bosque Nativo.
Bosques implantados
Tiene la particularidad de contar con una mayor cantidad de madera por hectárea (aproximadamente 350 M3) en época de corte final, es decir, a los 15 años de plantado. Si cada M3 rinde en aserradero aproximadamente 200 pies cuadrados a un valor de $50 cada uno significa que:
- A valor de madera en rollo, una hectárea de Bosque Implantado representa $ 700.000 de valor. Si se queman 1.000 hectáreas, se pierden $ 700 MM.
- A valor de madera aserrada, una hectárea de Bosque Implantado representa $ 3.500.000. Si se queman 1.000 hectáreas son $3.500 MM.
Bosques nativos
Son especies de crecimiento lento y de mucha menor densidad por hectárea. La cantidad de madera en diámetro de corte por hectárea de un bosque nativo en buenas condiciones puede llegar a 15 M3.
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El precio de un metro cúbico de Cedro es de $ 30.000, mientras que el precio de un metro cúbico de Lapacho es de $25.000. Si cada M3 rinde en aserradero aproximadamente 200 pies cuadrados a un valor de $400 cada uno significa que:
- A valor de madera en rollo nativa una hectárea representa $ 450.000. Si se queman 1.000 hectáreas, se pierden $ 450 MM.
- Mientras que a valor de madera aserrada nativa 1.000 hectáreas son $ 1.200 MM.
Por otro lado, afirma el estudio de FAIMA, se sufren daños más difíciles de cuantificar, entre ellos: Biodiversidad, Servicios Ecosistémicos, Escorrentía del suelo, GEI e Impactos Ecológicos.
“Se necesita de un trabajo en conjunto entre el gobierno, las empresas y la sociedad. Necesitamos políticas públicas desde el estado, que generen herramientas sostenibles en el tiempo, y el financiamiento y los recursos necesarios para poder llevar adelante los planes de acción”, concluyó Loutaif.
Impacto ambiental
Las consecuencias en la biodiversidad pueden ser graves y, en algunos casos, irreversibles cuando se producen incendios de tales magnitudes.
Por eso Guillermo Folguera, biólogo, docente en la UBA e investigador del CONICET, afirma que en el caso de los incendios en Argentina estuvieron asociados a la expansión del territorio de la frontera agrícola, en muchos casos, con las plantaciones forestales. A su vez explica que en el sur del país las causas tuvieron que ver con la extensión ganadera y negocios inmobiliarios.
Por otro lado manifiesta que el ecosistema queda muy dañado y debilitado para futuros incendios. “Este verano hubo un aumento en la media térmica muy marcado que tiene que ver con la pérdida en la cobertura vegetal” afirmó.
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Y agrega la importancia de las políticas públicas para evitar estos fenómenos “habría que maximizar esfuerzos en política de prevención e inversión en material humano, personas preparadas y bien pagas”.
También afirma que es independiente de la alternancia gubernamental, que se trata de una política sistemática de la imposibilidad de prevenir la degradación ambiental mediante incendios.
“No están pudiendo dar cuenta de este nivel de desastre que estamos teniendo donde los recursos humanos no son sistemáticamente sostenidos con buenos sueldos y con la estructura que corresponde donde no se condena judicialmente a las personas que han motorizado estos incendios”, concluye Guillermo Folguera.
LR