ECONOMIA
el problema que desplazo al clima

Malezas: con el glifosato ya no es suficiente

Si no se emplean estrategias como el regreso a la tecnología de procesos por sobre la de insumos, se corren nuevos riesgos por las especies invasivas. Preparan nuevos herbicidas.

Diversidad. Herbicidas junto a herramientas tradicionales, combinados con el glifosato, la mejor receta para especies resistentes.
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“En nuestros lotes, con rotación de cultivos durante mucho tiempo y con rotación de principios activos desde hace tres años, tenemos una incidencia de malezas difíciles superior al 20% de la superficie”. No lo dice cualquiera. La afirmación es de Germán Fogante, titular junto a su padre Rogelio –pionero éste de la siembra directa en Argentina– de una de las empresas más importantes del país en siembra de soja y cultores desde siempre de las buenas prácticas agronómicas.
El testimonio sirve para mostrar el momento que vive la agricultura con la aparición de las malezas resistentes y altamente tolerantes al glifosato, el herbicida que acompañó el boom agrícola argentino desde los 90 y que posicionó a la soja transgénica como el principal cultivo nacional, ocupando la mitad de la superficie productiva. “No se trata del fin del glifosato, pero sí del fin de la luna de miel con el glifosato”, ironizó el ingeniero agrónomo del INTA Juan Carlos Papa, uno de los pocos “malezólogos” que quedaron en estos años y que no para de presentarse en jornadas y seminarios para hablar de estos yuyos recargados que se extendieron por todo el territorio.
Justamente en las convocatorias con expertos en malezas se nota el tamaño del entuerto. En la última, organizada por Syngenta, no se habló de las perspectivas de la soja o de la campaña agrícola en general, o del clima; sólo de malezas.

Diagnóstico. La cuestión de la resistencia y tolerancia está en el monocultivo de soja, que se dio a su vez por el esquema de tenencia de la tierra. Con el 60-70% de campos en arrendamiento y con contratos que no tienen continuidad –es difícil encontrar acuerdos que duren más de un año– se pone muy complicado hacer un plan que apunte a una rentabilidad de mediano plazo y que cuide el recurso. “Estar revocando continuamente los alquileres provoca que los cierres de contratos se demoren y entonces los tratamientos no se hacen en forma adecuada, o sea temprano”, advirtió Gustavo Bracco, ingeniero agrónomo y asesor en 9 de Julio.

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En la cancha. En el sur de Córdoba y Chaco, donde trabaja Germán Fogante, “la situación es muy heterogénea” con lotes sin afectación y otros con hasta el 50% de ataques de malezas en las zonas más complicadas. “Trabajamos hace unos años anticipándonos pero igual tenemos una incidencia importante y vemos que el problema crece en lugar de disminuir. Ahora sólo tratamos de convivir con rotación de cultivos y de herbicidas con otros principios activos que sí las controlan”, comentó. Ramiro Oviedo Bustos, asesor en Noetinger, Leones y Marcos Juárez, afirmó que “en cinco años hubo un crecimiento muy importante de malezas tolerantes al glifosato”. Para Ramiro, la cuestión pasa por “seguir lidiando con el monocultivo de soja”. “Hay que trabajar en rotaciones y pensar estrategias de control sobre la base de estas rotaciones y no solamente para un cultivo”, sostuvo.

Proactividad. En Syngenta están abocados “al descubrimiento de otros herbicidas que pueden acompañar al glifosato”, según anticipó a Super CAMPO el gerente de Desarrollo de Herbicidas de Syngenta, Raúl Moreno. “Mientras tanto hacemos mucho hincapié en las rotaciones de cultivos y también en rotar los modos de acción de herbicidas, un tema que no es muy conocido aún”.
“El glifosato sigue siendo útil. Pero ha perdido parte de su utilidad. Tenemos que seguir usándolo porque no va a haber otro similar en el corto o mediano plazo”, sentenció Juan Carlos Papa.
El ingeniero agrónomo del INTA Oliveros remarcó que la situación actual obliga a volver a la “tecnología de procesos” relegando a la “tecnología de insumos”, esto implica “ayudar” al glifo con otros herbicidas.
“Ahora hay que aplicar el conocimiento: conocer aspectos de la biología y hacer una demografía de malezas asociadas con los ciclos de los cultivos”. En este mismo sentido exoneró a “no abusar de la tecnología, para que no surjan nuevos problemas de tolerancia y resistencia”.