A las colas en las casas de cambio y a los problemas para conseguir autorización de la AFIP para comprar moneda extranjera y salir de vacaciones, en las últimas horas se les sumó un nuevo problema que hace del descanso estival una carrera de obstáculos: la falta de reales que se registró en las últimas jornadas se agrava ya no por los controles oficiales sino por problemas de logística y provisión de billetes en la City porteña. Lo mismo sucede con los pesos uruguayos.
El faltante de estas divisas en bancos y casas de cambio afectará principalmente a quienes planean visitar Brasil y Uruguay en la primera quincena de enero. Según el Indec, el año pasado visitaron la tierra de Lula 1,5 millón de argentinos y cruzaron el charco más de 1,7 millón.
Los problemas para conseguir moneda ahora son el resultado de una serie de factores que, paradójicamente, se originan en una relajación del cepo cambiario, que se notó en las últimas semanas en entidades financieras del Microcentro.
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