El miércoles próximo la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) será el marco para el lanzamiento del capítulo argentino de She Trades, la red de mujeres exportadoras del International Trade Center, un organismo compartido por la OMC y Naciones Unidas para revertir una estadística negativa: sólo una de cada cinco empresas que exportan está dirigida por una mujer.
“Será la primera vez en el marco de una ministerial de la OMC que se incorpore la cuestión de género”, señaló Arancha González, directora ejecutiva del ITC, sobre la agenda que suma otros puntos más tradicionales como los subsidios o los stocks para seguridad alimentaria.
-¿En qué beneficia a la Argentina formar parte de la red?
Vamos a tratar de conectar más empresarias argentinas al comercio internacional. La razón por la queremos acompañar es porque es un objetivo del Gobierno y del empresariado argentino para apoyar a la pyme mujer. Vemos que la internacionalización lo que hace es mejorar la competitividad de la empresa y contribuye al crecimiento.
La plataforma She trades trabaja en siete áreas que son clave: las políticas comerciales, el acceso al financiamiento, el acceso de la mujer a las compras públicas, el acceso a las cadenas de valor y de producción, la mejora de calidad de productos y servicios. Esa es una primera parte. La segunda es ponerlas en contacto con una red de mujeres que compran y venden, con lo que puedan las empresarias argentinas compartir espacios y contactos. Queremos trabajar las políticas pero también la internacionalización.
-Qué obstáculos hay que superar para que se incorporen más mujeres?
De cada cinco empresas que exportan, sólo una es de una mujer. Y esto cuando medimos el comercio internacional general. En cambio, en el comercio digital, de cada cinco empresas, cuatro están dirigidas por mujeres. Una primera pista es que el comercio electrónico ayuda a la inserción de la mujer, aporta mayor igualdad. Tenemos que trabajar en el e-commerce y por eso le estamos pidiendo a la OMC en la ministerial que ponga el foco en el comercio electrónico. Es una oportunidad para que las microempresas puedan internacionalizarse. Las empresas de mujeres tienen un tamaño más pequeño que los empresarios. Hay legislaciones que son discriminatorias. En el mundo el 93% de los países tiene al menos una ley que discrimina a las mujeres en la economía. Otro punto es el acceso a la financiación. Es difícil para las pyme pero es el doble de difícil cuando es una mujer. Y también por las actividades no remuneradas: se ocupa de la familia, de los niños, del hogar. El tiempo que le queda para actividades remuneradas es menor.
-El objetivo es llegar a un millón de mujeres en la red. ¿Cuántas puede aportar Argentina?
Ya estamos bastante cerca del objetivo de un millón de mujeres para el año 2020. Lo fijamos hace un año y medio pero lo que vemos es que ya casi lo alcanzamos. Vamos a anunciar que elevamos nuestra ambición para llegar a tres millones de empresarias conectadas para el 2021. Esto está suscitando mucho interés y esperamos que Argentina nos ayude a generar un puente entre el millón y los tres millones. No nos hemos fijado un objetivo numérico de mujeres que se pueda sumar de Argentina pero queremos que sea el mayor número posible. Trabajamos con Producción, con ExportAr pero también con las agencias de las provincias para que no sea sólo un centro en Buenos Aires y que en el interior tengan acceso a las mismas herramientas.
