En la previa a una nueva reunión del Grupo de los 20 en Estambul –de la que participará el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli– el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó un informe donde bajó la previsión de crecimiento mundial a 3,5% por el menor crecimiento de China, la volatilidad de las commodities y la baja recuperación europea. En ese contexto, el ente pronostica que la Argentina no crecerá hasta 2017.
Entre lunes y martes, los ministros de Economía y Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20 volverán a analizar medidas para retomar el crecimiento en un mundo que muestra una recuperación parcial de los desarrollados y una desaceleración en el crecimiento de los emergentes.
Previo a la reunión, para la que Vanoli partirá el domingo rumbo a Turquía, el Fondo señaló en un informe que el comercio es vital para recuperar el crecimiento. Y en un párrafo sin nombres propios sostuvo que “por ejemplo, en Sudamérica y América Latina se pueden beneficiar de la integración a través de la liberalización tradicional, incluso a partir de una base unilateral, y dejando de lado las políticas de importación que fallaron en el pasado y evitando el proteccionismo a través del uso de barreras no arancelarias”.
La perspectiva de crecimiento para los emergentes es “peor que en octubre”, cuando el Fondo presentó sus proyecciones antes de la cumbre que en cada otoño boreal comparte con el Banco Mundial. Así, bajó la perspectiva de crecimiento para China y Rusia y redujo el crecimiento potencial de América Latina y los exportadores de commodities. Mientras que estima que el mundo crecerá 3,5%, las economías desarrolladas lo harán un 2,4% mientras que el área euro avanzará 1,2%. En cambio, las emergentes seguirán creciendo más pero a tasas más moderadas: en general su PBI subirá 4,3% este año de acuerdo con los cálculos del FMI. Dentro del G20, las emergentes crecerán 4,6% mientras que las desarrolladas lo harán 2,5%.
Sólo en 2016 las emergentes volverían a recuperar, en su conjunto, el envión del crecimiento, después de bajar del 5,1% en 2012 al 4,7% en 2013 y al 4,4% en 2014. En ese mismo período, las economías “avanzadas” fueron in crescendo desde el 1,2% en 2012 al 1,8% en 2014.
En ese contexto, el FMI estimó que la Argentina cayó 0,4% el año pasado mientras que este año lo hará 1,3% y el año próximo no crecerá (0%). Sólo Rusia muestra un peor pronóstico, con una baja del PBI del 3% este año y otra de 1% en 2016.
El organismo a cargo de Christine Lagarde detalló en tanto que la caída de los precios del petróleo, que se derrumbaron 55% en el último año, puede favorecer la recuperación de la economía global. “La baja, que se espera que se revierta sólo gradual y parcialmente, será un apoyo para la recuperación global al levantar la demanda privada”. Sin embargo, el informe agrega que para las economías más grandes –más allá de los Estados Unidos– la baja de los precios puede generar factores negativos, asociados con un debilitamiento de las inversiones mientras se reevalúan las expectativas de crecimiento de mediano plazo.