Tildar de polémicas las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) resulta, a esta altura del kirchnerismo, una obviedad, pero el organismo que comanda Guillermo Moreno siempre se encarga de dar una nueva vuelta de tuerca al asombro: ayer anunció oficialmente que la actividad económica creció en enero 2,3 por ciento respecto a igual mes del año anterior y 0,3 por ciento con relación a diciembre, por lo que la Argentina se mantiene en expansión pese a la crisis mundial.
En enero de 2008 la economía había mostrado una suba de 10,2 por ciento contra enero de 2007, por lo tanto el 2,3 por ciento actual es apenas una quinta parte de aquella expansión. Cabe recordar que durante los 12 meses de 2008 la actividad económica se mantuvo en crecimiento pero moderándose, especialmente desde el inicio del segundo semestre, para terminar con 7 por ciento en diciembre. Siguiendo el correlato de las cifras, 2009 comenzó profundizando la desaceleración a un tercio del nivel con el que cerró 2008.
El dato que mejor refleja el comportamiento económico es el denominado "tendencia ciclo". Este indicador "limpia" de factores extraordinarios la ya depurada "medición desestacionalizada". Cuando se lee este indicador se observa un lento aterrizaje económico desde fines de 2007, donde la tendencia ciclo dio un avance de 0,6 por ciento. En junio este indicador dio + 0,3 por ciento y cayó a cero en noviembre de 2008. Entró en territorio negativo en diciembre (-0,1) y en enero bajó otro escalón a -0,2 por ciento.
Los datos difundidos ayer corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que el INDEC difunde en forma mensual a modo de adelante de la evolución del PBI que se informa trimestralmente.
Lo más curioso de la suba de 2,3 por ciento del PBi en enero lo da el hecho de que en ese mes, el propio INDEC admitió caídas en los principales sectores de la economía. El organismo estadístico había indicado al respecto que en enero la producción industrial había caído 0,6 por ciento, mientras que la construcción descendido un 3 por ciento. A su vez, la exportaciones habían acusado una 36 por ciento, mientras que las importaciones se habían desplomado 38 por ciento.Lo cierto es que pese a aquellos datos, el INDEC habla ahora de crecimiento, mientras los especialistas privados tienen otra visión de la realidad: estiman una caída del orden del 3 por ciento.