Fitch Ratings le bajó la semana pasada la nota a nuestro país de B a CCC, una categoría para países que tienen "riesgos sustanciales", donde hay alta especulación o una inminente perspectiva de default con baja posibilidad de recuperación. La agencia pronostica ahora que hay chances de una reestructuración de la deuda en el futuro.
El martes 20 de agosto el Jefe Global de Calificaciones Soberanas de la agencia, James McCormack, visitó Argentina y se refirió al escenario económico luego de las reacciones del mercado en los últimos días tras los resultados de las PASO, que mostraron altas probabilidades de que Alberto Fernández triunfe en las próximas elecciones de octubre.
En tanto, una nueva misión del Fondo Monetario Internacional, que revisará el desempeño de julio respecto de los puntos claves del acuerdo firmado en 2018, llegará en los próximos días al país. En ese marco, McCormack dijo en diálogo con el diario Ambito Financiero que —si bien no sabe cómo se dará la próxima visita del FMI ni las conclusiones que surgirán de allí— “todo parece indicar una reestructuración de la deuda”.
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“No debe ser grato para ellos visitar el país en este momento, debido al estrés de la economía. (...) Les guste o no, Argentina y el FMI van a ser socios por un largo tiempo”, dijo el representante de Fitch Ratings.
Para la calificadora, la incertidumbre electoral, el deterioro de la economía, y el alto nivel de deuda local hace que se evalúen todos los escenarios, donde un default "es posible pero no probable".
Las declaraciones del candidato del Frente de Todos en una entrevista que se publicó el pasado domingo en Clarín volvieron a generar revuelo en los mercados. Alberto Fernández sostuvo que con los poseedores de títulos argentinos “hay que sentarse a discutir uno por uno, como hicimos con la deuda en su momento". "Acuérdense de que nosotros le pedimos a los tenedores de bonos que acepten una quita del 75 por ciento y era una discusión de uno por uno. Ese es el gran trabajo que hizo Guillermo Nielsen en su momento", dijo.
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Esto, sumado a los recientes cambios del Gabinete económico con la salida de Nicolás Dujovne del ministerio de Hacienda y su reemplazo por Hernán Lacunza, alimentaron la incertidumbre de las políticas económicas en los meses por delante, en medio de una crisis económica agravada por la devaluación del peso y la suba del riesgo país que superó los 1800 puntos.
Tras sus dichos sobre su intención de negociar la deuda bonista por bonista, quien salió a aclarar el panorama fue el economista Guillermo Nielsen, cercano al ex jefe de Gabinete. Nielsen aclaró a Bloomberg que "no está en nuestros planes reestructurar la deuda".
A.G./F.F.
