"Repsol YPF invertirá pase lo que pase", sentenció, desde Madrid, el presidente de Repsol YPF,
Antonio Brufau. Y aclaró: "No nos consideramos una empresa extranjera". De esta manera, el titular
de
la petrolera española ratificó las inversiones previstas en el país. Sin embargo,
por nuevos negocios fuera de la región,
la empresa venderá 40 pozos marginales en el país, que representan el 4 por ciento de
Repsol.
Esta semana se conocieron decisiones de inversión fuertes fuera de Améreica latina,
como
la compra de reservas de petróleo y gas en Estados Unidos, y en exploraciones en el norte
de África.
Brufau se comprometió a invertir en yacimientos petroleros argentinos para frenar la caída
que la producción de crudo viene registrando en los últimos años en el país.
Ello implicará unos 4.600 millones de dólares para exploración y producción -on y off
shore- para el período 2007-2009.
No obstante, y según consignaron agencias de noticias extranjeras, Brufau informó hoy en
Madrid que
la petrolera vendería en el próximo trimestre 40 yacimientos marginales en la
Argentina, con reservas combinadas de 50 millones de barriles de equivalente de crudo, y
que representan 4 por ciento de la producción de la empresa.
Las decisiones de inversión en reservas en Estados Unidos (áreas del Golfo de México)
procuran compensar la ecuación de la compañía, ante la menguante producción en Latinoamérica,
particularmente en la Argentina.
Repsol YPF registró una merma en sus ingresos netos del tercer trimestre del año de 8,5 por
ciento comparado con el segundo trimestre, al totalizar 869 millones de euros (unos 1.100
millones de dólares), contra los 950 millones del período anterior, informó hoy la compañía en
Madrid.
Los datos se conocieron un día después de que la constructora española Sacyr Vallehermoso se
convirtiera en la mayor accionista de la petrolera, al elevar su participación accionaria hasta
casi 17 por ciento, desplazando de ese lugar a La Caixa, que cuenta con 14 por ciento de las
acciones.
La operación, se interpretó en el mercado, vino a enfriar las posibilidades de que alguna
otra petrolera fuerte a nivel mundial pudiera tentarse en realizar una compra hostil de Repsol, que
hoy se ubica como la quinta compañía del rubro en Europa.