Sube el precio de la soja en Chicago y sigue en el nivel más elevado en 30 meses, pero en el orden de los 350 dólares la tonelada. Para la Bolsa de Rosario esto se relaciona con “la fuerte demanda de China” y no son pocos los que se ilusionan con el “viento de cola” que puede soplar para el gobierno de Alberto Fernández.
Por su parte, el trigo recompone precio, pero todavía está en valores pre pandemia y cotiza a marzo de 2021 en 208 dólares y el maíz ronda los US$ 141 dólares la tonelada a diciembre.
La política monetaria expansiva que llevan adelante las economías más fuertes del mundo, además del clima y la demanda de China son factores que reconocen los economistas consultados por PERFIL cuando leen el contexto de precios en recomposición, pero son cautos al esperar mejoras trascendentales. Con pandemia y clima Niña mediante (en esta parte del mundo), tal parece que la soja a 600 dólares la tonelada no volverá.
En la Argentina, la suerte está echada para el trigo. Maíz y soja arrancan a sembrarse ahora, pero en el mientras tanto, el clima metió la cola y comenzaron a aumentar algunos precios aunque no se espera que lleguen a compensar la caída de productividad.
Por la falta de agua dejarían de ingresar US$ 668 millones menos por el trigo.
David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina, entiende que la política económica expansiva a nivel global es lo que sostiene los precios y hace que algunos lo califiquen como “viento de cola”.
“El efecto positivo viene dado casi exclusivamente por las políticas monetarias de las principales economías del mundo, con EEUU y el Banco Central Europeo a la cabeza”, dice al explicar que en el contexto de pandemia todos los países, Argentina incluida, están recurriendo a la misma herramienta, de la impresión de billetes.
“Eso se traduce en mayores precios de los principales activos. Hemos visto como, aún con crisis económica la Bolsa de EEUU continúa hacíendo máximos, bajan las tasas de interés a nivel mundial de los bonos, aumenta el oro, se recupera el petróleo y parte de eso filtra también a los commodities agrícolas”, indicó.
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Con esta consideraciones el futuro de la política monetaria internacional en los próximos dos años permitrá conocer si efectivamente habrá un “empuje extra” para la Argentina.
“Lo que si sabemos es que estamos en una situación de liquidez mundial que ayuda a los precios y también a la disponibilidad de dólares para el endeudamiento de empresas y del gobierno, y para las inversiones; pero hay mucha desconfianza en el país para que eso se convierta efectivamente en viento de cola”, analizó Miazzo.
Y recuerda que uno de los mayores problemas para no poder “capitalizar” este momento es la falta de un plan. “Si Argentina tuviera ese plan macroeconómico consistente tal vez podríamos aprovechar ese viento de cola mundial en relación a liquedez mundial y al efecto que tiene sobre la capacidad de endeudamiento”, dijo.
Otro de los puntos que hay que considerar es la sequía que en la Argentina por ahora sólo afecta al trigo que se va a cosechar en diciembre, pero ya se habla de un 15% de merma en la produccíón el año Niña.
El nuevo round es ver cómo sigue la disponibilidad agua para la siembra de cultivos de gruesa que comienza en septiembre. “Probablemente veamos caída de la producción respecto de la última campaña cercanas al 15% dependiendo de cuál sea la falta de agua y muy dificilmente los precios puedan crecer ese 15% para amortiguar todo el efecto de la sequía”, precisó Miazzo.
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Enrique Erize, presidente y socio fundador de la consultora Nóvitas también señala al clima como una de las razones por la que los precios mejoraron. “El mercado se ha puesto alcista porque en varios lugares ha habido problemas como en EE.UU -aunque creo que es una excusa porque la cosecha americana va a ser muy buena-; en Francia y en Ucrania con un recorte productivo en trigo y en China por problemas de inundaciones”, dijo. Para Erize “todo eso generó que los fondos que estaban vendidos se dieran vuelta en Chicago”.
Por otro lado, indicó que los precios recompusieron porque se aceleró la demanda china de commodities bien para cumplir con la Fase 1 del acuerdo que mantiene con China y finalizar la guerra comercial o bien porque tiene una demanda real y necesita importar.
Cabe recordar que la sequía afectaría también al sur de Brasil con lo cual puede ser factor alcista en el verano nuestro e invierno de Chicago.
Para el presidente de Nóvitas, el partido se definirá en el último trimestre del año en base a tres factores: “Las elecciones norteamericanas (factor neutral para el mercado de granos porque cualquiera que gane no va a cambiar sustancialmente la política para el sector); la cosecha en EEUU que estimo va a ser muy buena, con lo cual sumaría una tendencia bajista para los precios y en tercer lugar, la cosecha gruesa argentina, en un año Niña, que podría ser factor alcista en caso que genere lo que se llama 'premio climático sudaméricano' al afectar la cosecha de la Pampa Húmeda”.
Cabe recordar que la sequía afectaría también al sur de Brasil con lo cual puede ser factor alcista en el verano nuestro e invierno de Chicago. Respecto a si los mejores precios podrán compensar las caídas productivas, Erize también lo ve “poco probable”. “Los precios van a mejorar y probablemente se mantengan con volatilidad pero dificilmente una caída productiva se pueda ver compensada con los mejores precios. Nunca ha sido así salvo excepciones como la sequía norteamericana del 2012, pero no es este el caso”, cerró.
Respecto de los precios
Los contratos de la oleaginosa se pactaban hoy sin variación en Chicago a US$ 353,7 la tonelada para septiembre, pero anotaban un avance de US$ 1,8 por tonelada hasta US$ 355,3 (posición noviembre), el punto más alto desde fines de febrero de 2018, mientras el aceite de soja subía US$ 7,5 hasta US$ 743,6 (para octubre).
El valor del maíz, en tanto, registraba una mejora de US$ 0,1 hasta US$ 137,8 por tonelada (posición septiembre) y US$ 141,2 (posición diciembre), debido a la expectativa de renovadas compras de China por el cereal estadounidense.
A su vez, los contratos de trigo registraban un ascenso de US$ 0,5 por tonelada, hasta US$ 208,7 (posición marzo de 2021), impulsados por una rueda de compras técnicas, indicó la Bolsa de Rosario.