Qué buscan las mujeres en las comunidades emprendedoras

El 19 de noviembre fue el día de la mujer emprendedora y no quería dejar pasar la oportunidad de aclarar el contexto actual, ya que es de suma importancia ver los cambios que se están dando desde hace unos años, pero sin perder el foco sobre algunos datos. 

Los emprendedores son fundamentales en la economía del país ya que los pequeños y medianos negocios son los principales generadores de crecimiento económico en Argentina.

Más emprendimientos significan mayores oportunidades para toda la sociedad. Desde generación de empleo e impuestos a mejores soluciones disponibles en el mercado para mejorar la vida de las personas.

Pero cuando de cuestiones de género se trata los datos no son alentadores. El Reporte global sobre el estado de las pequeñas empresas indica que los negocios liderados por mujeres en el país tienen 10% menos de probabilidades de estar operativos o participar en actividades generadoras de ingreso que aquellos que son dirigidos por hombres.

Sumado a lo anterior se encuentra la informalidad y la falta de un plan de acción estratégico que pueden impedir que el emprendimiento pueda desarrollarse y escalar. Por el contrario 7 de cada 10 emprendimientos fracasa antes de los 5 años y 1 de cada 4 no llega, ni siquiera, a cumplir el primer año.

Emprender es identificar un problema en un nicho dentro de ese mercado que tal vez no estaba siendo explorado o encontrar nuestro propio diferencial para crear un negocio que ofrezca una solución que logre satisfacer las necesidades de nuestros clientes.

La creación de un emprendimiento suele estar lleno de obstáculos y dificultades: es ahí donde es clave buscar motivación

Todo podría resumirse en inspiración. Pero vamos a ampliar este concepto.

Una mujer emprendedora es aquella que toma acción y al ver una oportunidad de negocio, inicia un proyecto y trabaja a diario para mantenerlo en el tiempo y garantizar su rentabilidad.

Pero el camino puede ser muy desafiante.

La mayoría de los emprendedores comienzan un proyecto propio para tener independencia financiera o flexibilidad horaria para pasar más tiempo con la familia o viajando pero la realidad es que lanzarse a emprender un proyecto propio no es una tarea fácil. 

La creación de un emprendimiento suele estar lleno de obstáculos, dificultades y creencias limitantes, como el miedo y es ahí en donde es clave buscar motivación. Ese impulso para animarse a actuar o realizar eso que tanto queremos e incluso, para asumir los riesgos que supone emprender y poder adaptarse a las circunstancias que se presenten en cada momento.

Aquí es donde entra el juego uno de los elementos más importantes en el ecosistema emprendedor: las comunidades. 

Las comunidades en redes sociales están formadas por personas que se identifican con una cuenta por sus valores y preferencias y en la cual encuentran información que les sirve o les aporta valor, desde conocimiento, entretenimiento, etc.

En estos grupos, las emprendedoras pueden encontrar un espacio en el cual encuentran personas con intereses, metas y valores similares lo que les permite rodearse de personas que enfrentan los mismos desafíos. De esta forma, pueden ayudarse mutuamente pero sobre todo, sentirse acompañadas y comprendidas.

Emprender parece ser un camino solitario pero no lo es. Acompañadas de un grupo potenciador, cada día es una nueva oportunidad para tomar acción y crecer personal y profesionalmente.

En mi experiencia, lo que más les cuesta es hacer foco en lo importante y aprender a delegar y en algún punto está relacionado con la falta de educación financiera ya que no quieren invertir en colaboradores porque sienten que lo pueden hacer todo y la realidad es que no es así.

Según el Informe especial Global Entrepreneurship Monitor sobre el emprendimiento femenino un 35% de las mujeres emprendedoras no se creen capaces de emprender con éxito, a pesar de contar con una alta formación. Un porcentaje que aumenta hasta el 67% en las economías menos estructuradas.

En las comunidades aprenden y el saber estimula la creatividad. Con información se pueden crear mejores proyectos pero fundamentalmente tomar mejores decisiones. 

Sin embargo, una de las claves para alcanzar el éxito es la constancia.

Si diariamente, de manera sistemática realizas las actividades que aportan valor a tu crecimiento personal y/o profesional vas a lograr todo lo que te propongas. En un mundo tan cambiante y competitivo la constante debe ser elegir vivir en un mundo de aprendizaje continuo.

¿Qué habilidades tiene que tener una mujer emprendedora?

Cada mujer es diferente y como emprendedoras tenemos distintas motivaciones. Sin embargo, todas tenemos que adquirir una serie de habilidades que definirán el éxito o el fracaso de nuestro negocio.

Algunas de ellas son las siguientes:   

• Proactividad:  Sabemos que somos las únicas responsables por cambiar nuestra vida por lo que decidimos tomar acción y crear nuestro propio negocio para no depender de nadie más y buscar un futuro mejor.
• Formación: Entendemos que para emprender tenemos que tener conocimientos sobre gestión, marketing, ventas, recursos humanos, etc.
• Curiosidad: Nadie nace sabiendo cómo emprender por lo que si no tuviste la oportunidad de formarte debes saber que debes aprender nuevos conceptos como crear un modelo de negocio o un plan de marketing.
• Pasión: Buscamos emprender de aquello que nos apasiona con la ilusión de trabajar en algo que realmente disfrutamos al mismo tiempo que ayudamos a los demás. Esto resulta muy motivante.
• Constancia: Todas las emprendedoras tenemos la intención de hacer crecer nuestros negocios pero solo podremos obtener los resultados que tanto esperamos con una voluntad inquebrantable y continuada en la determinación de hacer que las cosas pasen. Solo siguiendo un plan estratégico de principio a fin podremos cumplir con nuestros objetivos.
• Liderazgo: Toda mujer emprendedora debe ser una buena líder con habilidades de comunicación, la capacidad de tomar decisiones y dar ejemplo a su equipo, además de disponer de conocimientos del mercado.
• Empatía: la empatía se está convirtiendo en un rasgo fundamental para los líderes del futuro, dado que impulsa la productividad y la innovación.
• Flexibilidad:  Saber gestionar las frustraciones y aceptar los errores es la única forma de sobrellevar la vida del emprendedor.
• Capacidad de adaptación al cambio: Saber adaptarse a las circunstancias y a las nuevas tecnologías y poder ver oportunidades aun en momentos de crisis es una característica que debe desarrollar toda mujer emprendedora.
• Resiliencia: La capacidad para adaptarse a las situaciones adversas u obstáculos es fundamental para obtener resultados positivos.

Por todo esto, funde “El Club de Emprendedoras” una comunidad de empoderamiento que impulsa a mujeres que quieren inspirarse, capacitarse y conectar con otras emprendedoras con el objetivo de generar oportunidades para todas. Me gusta pensarlo  como un espacio de encuentro. Todas compartimos conocimientos y contactos para poder crecer. 

Nuestro objetivo es conectar, ayudándonos mutuamente en el proceso que cada una haga con respecto a su emprendimiento.

Es realmente increíble lo que se genera en nuestros grupos de chat. Las ideas de todas son respetadas y valoradas. Hablamos libremente sobre todo lo que nos pasa, sin miedo al qué dirán y en el camino, aprendemos las unas de las otras. Es una experiencia llena de valor.

Conocernos, acompañarnos en nuestros proyectos, compartir con las demás lo que cada una sabe, hacer alianzas y seguramente muchas amigas. Todas tenemos la firme convicción de que juntas tenemos más posibilidades de crecer. 

*Fundadora y Directora de El Club de Emprendedoras.