Rusia dejó de pagar su deuda externa por primera vez en más de un siglo al verse castigada por las sanciones impuestas por Occidente. Sin embargo, desde el Kremlin sostienen que no “no hay razones” para hablar de un impago al alegar que tiene los fondos para cubrir cualquier factura, pero se ha visto obligada a no pagar.
El Estado ruso sostiene que pagó los 100 millones de dólares que vencían el pasado 27 de mayo, en concepto de intereses de dos eurobonos. El dinero debía distribuirse a los acreedores el sábado por la tarde, cuando se cumplía la fecha límite, ya que el reglamento prevé un periodo de gracia de 30 días para completar la transacción.
Sin embargo, hasta la fecha, los acreedores no han recibido nada, según indicaron los tenedores de deuda rusa taiwaneses citados por rFi. Asimismo, el dinero no puede pagarse porque el Tesoro de Estados Unidos prohibió a Rusia utilizar los bancos estadunidenses para realizar los pagos. Un movimiento que venía haciendo hasta antes de la guerra.
Rusia pagará en rublos su deuda extranjera con ciertos países
En ese contexto, Moscú negó haber deshonrado su deuda en moneda extrajera, y afirmó que, a causa de las sanciones, los dos pagos no llegaron a sus acreedores antes de la fecha límite que fue este domingo 26 de junio.
El Ministerio de Finanzas de Rusia dijo en un comunicado que efectuó dos pagos de intereses el 20 de mayo, pero que estos habían sido bloqueados por intermediarios. “La no obtención del dinero por parte de los inversores no es resultado de que no haya habido un pago, sino que está causada por la acción de terceros, algo que no está directamente considerado (…) como un impago”.
El impago está confirmado
Sea por las razones que sea, este lunes 27 de junio se confirmó el impago. Un impago artificial, según el Ministro de Finanzas ruso, quien señaló que Rusia posee los medios para cumplir con todos sus pagos.
Rusia ostenta una deuda externa de 40.000 millones de dólares, y a principios de año contaba con una reserva de divisas de 640.000 millones de dólares para cubrirla. La mitad de esas reservas están hoy en día congeladas.
Un marcador sombrío
Se trata del primer impago de la deuda externa rusa desde la revolución bolchevique. La más reciente, sobre la deuda interna, en los años 90, provocó una violenta crisis económica. Todavía resulta difícil evaluar las consecuencias de este nuevo impago, pues el país eurasiático ya está privado de acceso a los mercados internacionales debido al régimen de sanciones.
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