Las importaciones crecieron de forma global 13,55% en agosto, pero, en el recorte por sectores, queda claro qué rubros tienen mejor suerte a la hora de conseguir la venia oficial para pasar la frontera: las compras energéticas se duplicaron y las del sector automotor avanzaron 67% interanual, mientras que el resto de las importaciones cayó 4,67%, según un informe de la Cámara de Importadores.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, insiste en sus clases de la “escuelita” de los viernes con empresarios en que las declaraciones juradas anticipadas de importación –DJAI– son “medidas transitorias”, pero las pyme acusan cada vez más dificultades para importar. Por eso, Moreno planteó en la última reunión un cambio en el paradigma del comercio exterior: pasar de la exigencia de sustituir cada vez más importaciones a mantener los niveles actuales a cambio de exportar productos que puedan insertarse en los mercados globales. Y dio el ejemplo con el sector automotriz. “No se pueden sustituir todas las partes de un producto, pero podemos especializarnos en algún producto para atender la producción local y la internacional. Especializarnos para ganar terceros mercados. Multiplicar producción para que bajen los costos, generar competitividad y achicar la brecha tecnológica por la referencia de los precios internacionales”, soltó Moreno el viernes. Todo un giro para el discurso de sustitución.
El aumento de las compras de autos y energía hizo también que se incrementara su participación a un tercio de los dólares, unos US$ 2.300 millones del total ingresado en agosto. Como contraparte, “la importación de todos los demás bienes perdió casi 13 puntos de participación sobre el total importado interanualmente”, según los datos de la CIRA.
“Energía y autos fueron los dos únicos sectores donde las importaciones aumentaron en agosto”, detalló Diego Pérez Santisteban, presidente de la CIRA.
Para los importadores, hay todo un amplio rango de importaciones de maquinarias, equipos y repuestos que en su total caen contra agosto del año anterior. Según los cálculos privados, todos los déficits sectoriales sumados –el energético, el industrial, el turismo y las importaciones de Tierra del Fuego– equivalen a las existencias reales de reservas internacionales.