ECONOMIA
NEGOCIAN UNA TREGUA EN EL ALTO VALLE

Se extiende a más sectores la crisis del ‘dólar planchado’

Los reclamos en Río Negro por la suba de costos y el tipo de cambio fijo se replican en las bodegas y entre los exportadores de maní.

PROTESTAS. Tractores cortan un peaje en Río Negro.
| Gentileza diario de Rio Negro
En la antesala de las elecciones en Río Negro, los productores de fruta del Alto Valle negociaban anoche una eventual tregua en los cortes de ruta para no interferir con los comicios, aunque no encontraron respuesta satisfactoria a los reclamos que se extienden a cada vez más economías regionales.
En lo que va del año, la caída de exportaciones de peras y manzanas llega al 28% e implica pérdidas por US$ 130 millones. “No es rentable producir frutas”, explicó Marcelo Loyarte, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados, sobre el escenario actual que se explica con suba de costos internos y un tipo de cambio planchado local mientras que los principales competidores devaluaron sus monedas. De la producción de frutas, sólo una parte puede ser dirigida al mercado interno que consume un 30% y el resto depende de la exportación.
“La manzana chilena nos fue quitando mercado en Brasil. Pueden vender a precios más bajos. A esto se sumó la crisis de mercados de Europa y Rusia y la expectativa estaba puesta en Brasil”, señaló Loyarte. Pero el principal socio comercial, además, dejó de emitir licencias para las manzanas y peras argentinas.  
Por otra parte, para prepararse para la próxima campaña se necesita financiamiento por $ 1.000 millones. El sector espera una respuesta del Gobierno, que ofrece un aporte de $ 70 millones para pequeños y medianos productores.
Los productores, en tanto, piden la eliminación de las retenciones y el aumento de los reintegros. “Ya estamos empezando a ver una caída del empleo”, relató Loyarte: “si antes se tomaban diez podadores, ahora se toman dos”.  
Para el economista Bernardo Kosacoff, con el tipo de cambio planchado y el aumento de costos internos, el Gobierno debería intentar una mejora en la competitividad por la vía impositiva, en las distintas jurisdicciones, y con una eliminación de las retenciones “que no tienen fuerte impacto en el fisco”, señaló. Lejos de las retenciones del 30% del complejo sojero, las frutas pagan un 5% de bajo impacto en la recaudación.
Otras economías regionales como el maní en Córdoba y la vitivinicultura en Cuyo también se ven afectadas. La caída de las ventas de mosto en el caso del sector vitivinícola –que subsiste con el vino embotellado cuando agrega valor– llevó también a enfrentamientos internos.
Los productores de mosto buscan incluir la fructosa en jugos y gaseosas, lo que generó la alerta de los azucareros. “Es una nueva amenaza”, explicó Fernando Nebbia, presidente del Centro Azucarero Argentino. El sector, con base en el Noroeste, acusa aumentos de costos logísticos que llegan al 45% y caída de precios en los últimos tres años. “Hay mucha protección arancelaria en el mundo, de hasta el 200%”.
La salida que visibilizan para la producción que siguió en aumento es mejorar la participación del bioetanol en los combustibles. Para eso negocian con el Gobierno un aumento de la tasa de corte de etanol del 10 al 12% para los combustibles. “Somos optimistas. No hay resolución tomada pero tampoco nos han dicho que no”, explicó Nebbia, en el comienzo de la zafra que coincide con las paritarias y un pedido de 40% de aumento.