El Gobierno está delineando en el transcurso de este mediodía una nueva prórroga en el cierre de la operación de canje que abarca la reestructuración de la deuda privada por un monto de unos 66.300 millones de dólares, pero a la vez se iniciarían en la próxima semana las primeras conversaciones con el FMI para arribar a un nuevo acuerdo con el organismo multilateral.
Paralelamente, mientras esto ocurre a nivel nacional, fuentes del gobierno de la provincia de Buenos Aires aseguraron que se resolvió estirar el plazo de las conversaciones con los acreedores hasta el 14 de agosto.
Respecto a la negociación de la deuda nacional, fuentes de Casa de Gobierno y del Ministerio de Economía consideran que las conversaciones con un sector de los acreedores externos "están empantanadas" y reconocen que la Argentina está comenzando a perder "un valioso tiempo" para normalizar la deuda.
De todas formas, desde el Gobierno ratifican que no harán más cambios "sustanciales" a la última oferta realizada por el Poder Ejecutivo a los acreedores.
No obstante, por estas horas se está definiendo una nueva prórroga en la fecha del canje de deuda que vence mañana a las 17 horas, y la misma podría ser por 15 o 20 días más.
La incertidumbre por la deuda provocó fuertes saltos en los dólares financieros
Trascendió que este mediodía el ministro Martín Guzmán se encuentra reunido con el presidente Alberto Fernández analizando las distintas posibilidades.
Las diferencias entre el Gobierno y los principales acreedores más inflexibles se concentran en el valor por cada lámina de 100 -unos 3,5 dólares- y en aspectos legales, ya que los bonistas más importantes quieren una cobertura jurídica más fuerte de la que ofrece Argentina.
Paralelamente, hacia mediados de mes el Gobierno iniciará conversaciones con los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) para arribar a un nuevo acuerdo con el organismo, con el objetivo de plantear un convenio intermedio que contemple la renegociación de los 44 mil millones de dólares que se le deben a la entidad.
"No será un acuerdo de facilidades extendidas", destacó una fuente del Gobierno, descartando esa alternativa que implica un convenio de 10 años con compromisos muy duros de reformas estructurales.
Precisamente, con respecto a este tema, el economista Claudio Loser advirtió que si el Gobierno no logra un acuerdo con los acreedores, tendría "bastantes problemas" para negociar un nuevo programa con el FMI.
"A mi juicio, el FMI tendría bastantes problemas para sentarse a negociar con el Gobierno sin un acuerdo con los acreedores", sostuvo el ex directivo del Fondo Monetario.
En declaraciones a radio Rivadavia, Loser consideró que, en ese caso, el FMI "podría entrar en conversaciones, pero sin un acuerdo con los bonistas sería muy complicado poder aprobar un programa" con la Argentina.
Acreedores argentinos buscan respaldo para cláusulas de deuda
A su criterio, "que el Gobierno se ponga duro por las cuestiones legales (para alcanzar un acuerdo con los acreedores) me parece un problema".
Por lo pronto, en estas últimas horas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó que en el Gobierno "hay una decisión tomada" respecto a no realizar más ofertas a los bonistas privados y remarcó que, si no hay acuerdo con los acreedores, la idea es avanzar "con el FMI en un nuevo programa".
"Hay una decisión tomada, no podemos ofrecer más a los acreedores y, si no hay acuerdo, avanzaremos con el FMI en un nuevo programa y con el sector privado volveremos a hablar en seis u ocho meses, pero con una propuesta de reestructuración más profunda", aseguró Guzmán.
Por su parte, el gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió extender hasta el 14 de agosto el plazo de negociación de la deuda bonaerenses. Así lo señalaron fuentes de mercado financiero que recibieron el aviso formal del ministerio de Economía de la provincia.